Un total de 600 jóvenes menores de 20 años, pertenecientes a catorce bandas infantiles y juveniles de Galicia, se dieron cita el domingo en la Cidade da Cultura, para celebrar el II Festival de Bandas infantís xuvenís de Galicia. Desde las 10.00 hasta las 20.30 horas tuvo lugar una intensiva jornada llena de emociones, reencuentros y sobre todo, mucha música. Las agrupaciones fueron interpretando sus piezas durante veinte minutos cada una, con repertorios escogidos especialmente para la ocasión.

En el lugar se encontraba el concejal de Cultura, Educación e Ordenación Univeristaria, Román Rodríguez, que valoró muy positivamente el esfuerzo y el trabajo realizado por los músicos de las agrupaciones infantiles y juveniles. También apreció todo el aporte personal que significan este tipo de eventos para los participantes, por el fomento al encuentro entre nuevos músicos y el establecimiento de vínculos para posibles futuras sinergías entre bandas. También apuntó a la gran contribución de estas actividades para enriquecer la formación de los estudiantes y promover la educación a través de la música como lenguaje universal.

El presidente de la Federación Galega de Bandas de Música Populares (FGBMP), Armando Morales, alabó esta segunda edición del Festival, que, según declaró: "potenciará e incentivará, aún más, el trabajo diario de estas formaciones de nuevos músicos a favor del perfeccionamiento y la divulgación musical".

El domingo musical cerró la lista de actuaciones con la participación de Odaiko, grupo de percusión organizador del Campamento Agolada Musical 3.0 que se celebra desde ayer. El miércoles 12 de julio tienen programada una actuación a las 22.00 horas en el Auditorio de Agolada.

Tres formaciones fueron las encargadas de abanderar a la comarca del Deza en el certamen. La primera en saltar a la palestra fue la Banda Infantil da Artística de Merza, dirigida por Francisco Fernández, que interpretó cinco piezas. Dos horas más tarde, sería Víctor Vilariño con la Banda Xuvenil de Vilatuxe, que en su caso interpretaron tres obras y por último, la Banda Xuvenil da Unión Musical Ponteledesma, cuya batuta lleva Mario Rodríguez Vilela, que también se lució con 3 piezas. Las tres agrupaciones pudieron demostrar con orgullo el gran nivel musical de la comarca.