La sala de exposiciones del Centro Cultural Vista Alegre de Bandeira acoge desde ayer la colección Marquesado da Romea, en la que el artista lalinense, Antón Iglesias, expone su peculiar visión de parte de la obra de Laxeiro. Aportando colores, matices y nuevos detalles, pretende solamente que el público disfrute con su trabajo, ya que ninguna de las pinturas se encuentra a la venta. No le importaría realizar alguna reproducción si alguien se presentara especialmente interesado y añade como novedad la edición de un catálogo digital que estará disponible vía correo electrónico. El público podrá visitarla de lunes a viernes de 16:00 a 22:00 horas.
-¿Cómo se inicia en el mundo del arte?
-Empiezo en los años 80 siendo autodidacta, bebiendo un poco de todos los campos. Eso me lleva a empezar a participar en concursos, tengo una faceta muy importante en este pueblo que fue el cartelismo, un campo que ahora tengo completamente apartado.
-¿No le interesa proseguir con ello?
-No es que no me interese, pero no se pueden abarcar tantas cosas. Me gusta la fotografía, me gusta pintar. El cartelismo es una cosa que me suponía mucho tiempo y el coste económico, por mucho que ganara algunos premios, no compensaba. Como tampoco compensa la pintura en sí, pintar hoy en día cuesta mucho y a veces trabajas por el placer de hacerlo.
-¿Por qué Laxeiro? ¿Que le inspiró de él?
-Él es una de las referencias del pueblo, por lo que, como buque insignia de la pintura local, casi todos los pintores que vivimos aquí hemos bebido algo de él. Yo lo he hecho en exceso, pero fui su ayudante durante siete meses, preparándole bastidores o montando cosas que necesitara. Fue una casualidad, necesitaba un asistente y la persona a la que se lo comentó contactó conmigo por mi vinculación con el arte. La obra que tiene me gusta mucho. Todo surgió a raíz de una visita que realicé a Coruña, a una exposición organizada por la Fundación Barrié de la Maza. Allí me encontré un catálogo que me llamó mucho la atención, en el cual más de la mitad de las 1300 fotos están realizadas con tinta china, sanguina o carboncillo. Esa falta de color me inspiró a crear bocetos para luego poder pintarlos. En 2011 ya decidí reinterpretar sus obras más grandes, los cambios son variados, hacerlo un poco más grande, o añadir detalles, como en uno de los cuadros titulado Cencerrada, en el que aparece un niño que sujeta una taza y le falta un dedo.
-¿Qué es exactamente " Marquesado da Romea "?
-Es una creación mía, como una idea. Por poner un ejemplo, hay un cuadro que Laxeiro pinta situado en la zona de Pontevedra, que el titulaba A fonte da vida y yo lo reinterpreté bajo el nombre A fonte da vida na Romea. Laxeiro fabulaba en muchas pinturas con la Romea, que estaría identificado con la zona del cementerio de Lalín. La idea original era el " Condado da Romea" pero no acababa de convencerme porque no tiene mucha musicalidad, decidí cambiarlo a " Marquesado da Romea", que sonaba mejor. Creo que es una idea a la que se le podía sacar más partido, al igual que a los cuadros que tenía sin titular. Esa colección de Laxeiro va por encima de los 200 ejemplares, por lo que intenté que todos ellos tuvieran un nombre. Tengo la intención de poner en la exposición una especie de librillo para enseñar los cuadros originales, que serán fotografías sacadas de su catálogo, para que puedan compararse con los míos.
-Lleva años exponiendo estas obras. ¿Tiene algún otro proyecto en mente?
-Por el momento no. Llevo un mes dedicado exclusivamente a la organización de la exposición, trabajo para otras empresas... Estuve últimamente haciendo unas fotos en Siador, un taller de tarabelas para niños. Son diversos trabajos que me sirven para mantenerme entretenido.
