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Steven Mead: "Ser un atento oyente y atender a lo que nos cuentan es el secreto para ser buen músico"

"No todos llegarán a profesionales, pero sí pueden ser músicos fantásticos y disfrutar en sus bandas"

Steven Mead compartiendo sus conocimientos con los alumnos en Gres. Bernabé// Javier Lalín

Reconocido mundialmente por ser un virtuoso del bombardino, el inglés Steven Mead se encuentra estos días en Gres (Vila de Cruces) impartiendo una masterclass a una decena de alumnos. Su gran experiencia -ha tocado con numerosas orquestas alrededor del mundo y lleva años dedicándose al profesorado- supone una oportunidad única para los futuros músicos de ver más de cerca el esfuerzo que conlleva ser un profesional de su talla. Mañana a las 21.00 horas tendrá lugar en el Auditorio Bernardo García del Río el concierto de cierre del curso, en el que le acompañará la Banda Unión Musical de Ponteledesma.

-¿Qué piensa sobre el grupo de alumnos?

-Tenemos una mezcla. Hay tres o cuatro músicos ya experimentados, con una buena base y mucha disciplina. Hay otros estudiantes más jóvenes que lo están haciendo muy bien. Ellos realmente necesitan este tipo de masterclasses para ganar un poco de experiencia. Hay una atmósfera agradable y todos ellos están trabajando muy duro.

-¿Y a quién prefiere enseñar: a los experimentados o a los más jóvenes?

-¡Me gustan ambos! A veces es difícil cuando tienes un grupo mezclado porque debes mantener a los más mayores contentos y motivados pero a la vez ser paciente con los más pequeños. Cuando yo era niño un montón de gente me enseñó a mí... Así que siendo profesor es algo que nunca olvidas. Intento ponerme en su situación, a veces están nerviosos por ser su primera masterclass o encuentran que algo es muy difícil de tocar. ¡Pero yo estoy ahí para ayudarles! Lo bueno de este tipo de masterclass es que pueden aprender también los unos de los otros. Para los niños es muy bueno escuchar las vivencias de gente adulta, al final se convierte en un intercambio de experiencias, cada uno puede aportar algo distinto.

-¿Qué es lo que más le gusta de este tipo de masterclasses ?

-La mayor satisfacción de ser profesor es cuando le sugieres a alguien que debe hacer algo y lo prueban, entonces te miran y te dicen: "¡Oh, ahora suena mucho mejor!". Es brillante. Quizás no vuelvas a verlos, o no al menos hasta dentro de mucho tiempo, pero son consejos que se quedan. Te hace sentir mucha satisfacción.

-¿Qué es lo que más intenta transmitir a sus alumnos?

-Yo adoro tocar y adoro la música, por lo tanto, no hablamos sobre lo que está en la partitura, sino más bien de la forma en la que tomar esas notas y hacerlas sonar bien, tal y como otra persona querría escucharlas. Aquí tocamos el bombardino y, obviamente, necesitas ciertas habilidades especiales para ello, por lo que intento enseñarles cómo respirar profundamente, mantenerse relajados, hacer que el instrumento fluya. Claro que también les enseño técnicas, cómo hacer audiciones, practicar solo con el aire o cómo deben practicar hasta que la pieza sea perfecta. Intento siempre hacerlo con calma y no presionarlos, deben ser pacientes. Los inspiro diciéndoles que si aman la música, sonará muy bien. No todos llegarán a ser profesionales, pero sí pueden ser músicos amateur fantásticos y disfrutar de tocar en sus bandas, que es muy importante.

- Tiene una gran experiencia, imagino que con un duro trabajo detrás, ¿cuál sería su consejo para todos aquellos que quieran dedicarse a la música profesionalmente?

- Principalmente dos cosas, la primera es que necesitas practicar mucho. Y la segunda y más importante, conseguir un profesor para que te enseñe sus experiencias en la música, porque aprenderás mucho más rápido. ¡No tienes que descubrirlo todo tú solo! También es necesario escuchar mucha música porque es algo que inspira. Hoy en día contamos con un montón de plataformas y es muy fácil acceder a ella. Siempre les hablo a mis alumnos del verdadero arte de escuchar. Consiste en ser conscientes de dónde estamos, por ejemplo, aquí, en el medio del bosque, puede ser algo tan simple como concentrarte en escuchar el sonido del agua o de los pájaros. El oído y el cerebro pueden hacer cosas increíbles. Vivimos en un constante apuro, la televisión está siempre muy alta o estamos pendientes del móvil... Y llega un momento en el que dejamos de escuchar. Ser un atento oyente y prestar atención a lo que otra gente nos cuenta es el gran secreto para ser un buen músico.

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