El Concello de Lalín ha alcanzado un principio de acuerdo con los propietarios de los terrenos necesarios para la construcción de la rotonda entre las avenidas Cuiña y Madrid, a la altura de O Montserrat. Los afectados plantearon al gobierno municipal la posibilidad de aportar gratuitamente los algo más de 400 metros cuadrados que se precisan para el proyecto a cambio de aprovechamientos urbanísticos, bien en el futuro desarrollo del SUE-3 o en otras áreas del municipio. Es decir, el ayuntamiento se hace con los predios sin coste, pero se compromete con los particulares a otorgarles edificabilidad en función del de la superficie aportada.
Este acuerdo comenzó a fraguarse en la primera reunión entre los propietarios y el ejecutivo local, celebrada a principios del mes pasado. Una vez que las cantidades que se ofrecían tampoco eran demasiado elevadas y para contribuir al desbloqueo del proyecto los afectados plantearon al edil de Urbanismo, Nicolás González Casares, dicha salida. Fuentes consultadas indican que la cuantía que manejaría el Concello para abonar los terrenos rondarían los 6.000 euros. Una vez que la obtención del suelo está encaminada, el siguiente paso es poner en marcha los trámites administrativos con instituciones supramunicipales. Después de meses de espera, el Concello recibió días atrás una comunicación de la Dirección Xeral de Patrimonio en la que indica que autoriza el proyecto, aunque este permiso está supeditado a la presentación de un proyecto de intervención arqueológica. En consecuencia, el gobierno local tendrá que contratar a una empresa la realización de dicho trabajo; algo que se pretende concretar en días para, así, poder acortar lo máximo posible los plazos de ejecución de un proyecto que en circunstancias normales podría comenzar a visibilizarse en la última parte del año. Así lo admite Casares, quien resalta que si bien la construcción de la rotonda no figuraba en los presupuestos de este año, sí se estima su coste en unos 190.000 euros, excluyendo en este caso las cantidades estimadas meses atrás para la consecución de los terrenos. Además, cabe recordar que la obra fue respaldada por unanimidad en pleno. La rotonda tendrá un radio de entre 30 y 40 metros y será semejante a las ya existentes en esta carretera que circunvala el casco urbano.
Para acometer esta infraestructura y por tanto que esta vía de circunvalación cuente con rotondas en todas sus intersecciones, el ejecutivo local busca que su financiación se pueda incluir dentro de las inversiones financieramente sostenibles a afrontar con cargo al superávit presupuestario del año pasado. Para ello es preciso que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se aprueben y, tras la publicación de la ley de acompañamiento, el Concello pueda proponer las obras a incluir dentro del superávit. Actualmente está por definir qué porcentaje de estos recursos económicos se pueden destinar a proyectos financieramente sostenibles para garantizar el cumplimiento de la regla de gasto.
