Poco aportó el pleno de ayer al debate político de los últimos días acerca de los temas de calado defendidos tanto por el gobierno lalinense como por la oposición. En algunos de los temas capitales como la construcción del Centro de Alta Resolución (CAR) y la situación del albergue de A Laxe las dos partes volvieron a repetir argumentos, máxime cuando a un pleno se llega ya después de conocer los posicionamientos de unos y otros, con las consiguientes réplicas y contrarréplicas públicas. Así, el Partido Popular aprovechó la sesión para cuestionar la capacidad del ejecutivo de Rafael Cuiña para atraer inversiones de administraciones superiores por su incapacidad gestora, mientras que el gobierno acusó a la Xunta de subestimar a Lalín por ni siquiera acceder a las peticiones de reuniones en algunas consellerías. Menos beligerante fue con la Diputación, pese a que los populares echaron en falta al menos un convenio extraordinario durante estos dos años de mandato.

La enésima moción en la que se instaba a la consellería a poner en marcha el centro sanitario volvió a salir por unanimidad. El teniente de alcalde, Nicolás González Casares, dijo que la realidad a día de hoy es que el Sergas desveló la semana pasada a raíz de una iniciativa parlamentaria del BNG que el CAR no era prioritario, lo que a su juicio representa que el gobierno gallego ataque frontalmente los derechos de los lalinenses por incumplir los acuerdos que lo obligan a asumir esta infraestructura. "Los vecinos quieren saber la verdad y que el PP también diga la verdad", dijo. El portavoz popular, José Crespo, recordó que su ejecutivo había conseguido los terrenos y que la Xunta estaba obligada a acometer el centro sanitario porque existe un convenio en vigor. Casares le reprochó que en su réplica eludiese hablar de CAR y que el Concello no podía conformarse con una infraestructura menor. "No soy yo el que tiene que defender a la Xunta, que se defiende sola", declaró Crespo cuando el teniente de alcalde cuestionó que su grupo optase por la defensa partidista y no el interés general de los lalinenses. Crespo Iglesias reiteró que un proyecto de calado como el CAR no se consigue con mociones sino con gestión y se ofreció a mediar ante el gobierno gallego para la consecución del mismo. El edil del BNG Francisco Vilariño dijo que la presión ante Sanidade no podía ceder, porque en caso contrario este proyecto caería en el olvido. "O no sabían nada o se callaron y en cualquiera de los dos casos ustedes quedan mal", declaró para exponer al PP local si sabía que el Sergas iba a decir no al centro sanitario. Cuando Crespo insistió en la gestión antes que el ruido, Rafael Cuiña recordó que hace más de un año se había citado con el titular de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, y que en el plazo de dos meses iba a convocarse otro encuentro para valorar los avances del CAR. Pero ni esa previsión se cumplió ni tampoco las posteriores comunicaciones en las que se pedía retomar las conversaciones. "Podíamos hacer mucha sangre a nivel social, pero yo creo más en la negociación, aunque no nos atienden", remarcó el alcalde, que se mostró a favor de que un representante del PP acudiese a la reunión con la consellería cuando ésta se concretase.

También con la Xunta en el punto de mira gobierno y oposición debatieron sobre las responsabilidades de las partes en que el albergue de A Laxe pueda ser utilizado como alojamiento para peregrinos y centro social de Bendoiro. Con el voto favorable del edil no adscrito Juan José Cruz, el PP sacó adelante una moción para instar al gobierno a negociar con la Xunta el uso compartido del inmueble. Crespo dijo que cuando se construyó la infraestructura es cierto que el Concello cedió los terrenos y asumió el personal porque era la única manera de que el proyecto pudiese materializarse y que ahora por eso pedía otro convenio. Vilariño, que llamó "trilero" al gerente del Xacobeo, Rafael Bargiela, acusó a este alto cargo de desoír las advertencias del gobierno y que lo que deseaba era privatizar estas instalaciones. Como en el CAR, aludió a la negativa, en este caso de Turismo de Galicia, a dialogar con el concello para buscar una salida al doble uso de A Laxe, citando que en el solo en el último mes se mandaron dos solicitudes de reunión con la alto cargo Nava Castro. Salió adelante la creación de una comisión política y vecinal para negociar con la Xunta.

Por otro lado, el PP metió una moción por urgencia en la que pide la cuantía de los remanentes de 2016 para incluir, en caso de técnicamente sea posible, proyectos aprobados en pleno y todavía pendientes. "No vaya a ser que como el año pasado nos lleguen al pleno con una propuesta... no nos fiamos", dijo Crespo. Las propuestas son: acondicionamiento del pabellón -el popular José Antonio Varela recordó que hubo hasta tres alternativas de incluir la obra-, construcción de una plaza en Cercio, arreglo de los puentes de Cristimil y Sestelo, saneamientos en Cadrón y Botos y viales en Galegos, Alperiz, Losón, Cercio, Palio, Pardesoa, Lodeiro, Albarellos, Doade, Cotarelo, Moimenta, Parada, Maceira, Des, Cabreira, Anzo, Vilar, Cristimil, Alperiz y O Souto. El gobierno alegó que las pendientes del año pasado se aprobarán en un pleno extraordinario y que algunos de los proyectos que se piden ya están siendo valorados por los técnicos municipales.