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El lobo mata catorce ovejas, un carnero y una cría en una finca cerrada en Barcala

Atacó el rebaño a plena luz del día en un prado de Trasande próximo a casas y volvió por la noche para comer dos de las reses - Los agentes creen que actuó más de un cánido

Las reses víctimas del cánido quedaron tendidas en el prado. // Bernabé/Cris M.V.

El lobo vuelve a cebarse con la cabaña ovina estradense. Tres semanas después de que trascendiese el ataque a las once ovejas que pastaban en una finca vallada en Frades, ayer se conoció otra nueva incursión del cánido, esta vez en el lugar de Trasande, en la parroquia de Santa Mariña de Barcala. La consecuencia: dieciséis de las diecinueve reses del rebaño, muertas.

El ataque se produjo en la tarde del pasado miércoles, a plena luz del día. Las ovejas pastaban en una finca cerrada, próxima a las casas y también a zona de monte. Hasta allí habían sido llevadas por su propietario a primera hora de la mañana. El mismo, asegura haber pasado con su coche junto al prado en torno a las cinco de la tarde y que los animales estaban en perfecto estado.

Fue alrededor de las ocho de la tarde, momento en que volvió a la finca para recoger el rebaño y resguardarlo de la noche, cuando se topó con los animales ya muertos. Fueron presa del cánido catorce ovejas, un carnero y un cordero. La incursión no se quedó ahí. El lobo volvió por la noche y devoró dos de las reses que habían quedado tendidas en el prado, a la espera de la visita de comprobación de daños de los agentes medioambientales. Según explicaron estos al propietario del rebaño, durante la visita realizada ayer, todo parece indicar que en el ataque pudo haber participado más de un lobo, dado el número de ovejas muertas.

El dueño asegura que los expertos "confirmaron" que fue el lobo y no otro tipo de cánido el que realizó el ataque. Por las comprobaciones que pudieron efectuar, sospechan que las alimañas saltaron el cierre de la finca para poder entrar, dado que no se aprecian roturas en la malla de alambre que rodea la finca en la que pastaban las ovejas.

Vecinos de la zona aseguran haber visto lobos en días pasados merodeando por el entorno. El registrado el miércoles en la finca de Santa Mariña de Barcala es el segundo ataque en la zona en menos un mes, al menos que haya trascendido públicamente. El pasado 6 de junio, el lobo mató a once reses -la totalidad del rebaño- en una parcela, también vallada, en la parroquia de Frades.

Los vecinos están preocupados por la presencia del depredador tan cerca de las casas y del ganado. "A mí me parece muy bien que haya que proteger el lobo, pero que le hagan un cercado en el monte y que le den de comer", apuntaba ayer la hermana del ganadero afectado. Este último proponía también poder aprovechar las reses atacadas para dejarlas en el monte y que sirvan de alimento al lobo.

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