La carretera nacional con más tránsito de la zona mantiene su recuperación de los últimos años, tal como se refleja en los datos de tráfico del primer trimestre del presente curso. La estación de aforo situada en Prado (Lalín) registró una media diaria de 9.592 vehículos entre enero y marzo, es decir, 460 más que en el mismo período de 2016, lo que arroja un crecimiento cercano al 5%. De este modo, la N-525 afianza su dominio como principal arteria de comunicación de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, muy por encima de la vía de alta capacidad que fue construida como alternativa, la AP-53, cuyo promedio fue de 5.823 tránsitos por día. Su elevado peaje sigue siendo un obstáculo insalvable para una mayoría de conductores, que se decantan por la vieja nacional, a pesar de carecer del demandado carril para vehículos lentos entre Lalín y Ponte Ulla.
El tránsito registrado en la N-525 a la altura de Prado ha ido creciendo de forma paulatina en los tres primeros meses del año: Enero comenzó con una media diaria de 9.428 vehículos, mientras que en el anterior ejercicio no había llegado a los 9.000 (8.944); en febrero fueron 9.576 los registros diarios, por los 9.102 del año pasado; y en marzo se llegó a 9.773 coches, muy por encima de los 9.351 del mismo mes de 2016, pero incluso también por encima de la media de todo el ejercicio pasado, cifrada en 9.640.
El incremento se da tanto en el tráfico ligero como en el pesado. En enero pasaron por Prado 8.688 turismos y otros vehículos de menor tonelaje, una cifra que subió a 8.801 en febrero y rebasó los 9.000 en marzo (9.008); esto arroja una media de 8.832 unidades y una subida del 4,5% con respecto al pasado año, cuando el mes con más tránsito (marzo) se había quedado en 8.617 unidades. Más crece aún el tráfico pesado, con 740, 776 y 766 vehículos cada día de enero, febrero y marzo, respectivamente; la media es de 760 automóviles, mientras que la de 2016 se sitúa por debajo de los 700 camiones y autobuses, de modo que el incremento es del 6,4%.
El tramo más transitado de la N-525 en la zona es, con diferencia, el comprendido entre los núcleos urbanos de Lalín y Silleda, principales polos demográficos e industriales de la comarca dezana. Entre esta última localidad y el municipio de A Estrada son muchos menos los automóviles, como se constata en la estación de aforo ubicada en Lamela (punto kilométrico 310,98). El promedio del primer trimestre en este punto es de 5.783 vehículos, esto es, 210 más que un año atrás, lo que equivale a un aumento cercano al 4%. El tránsito se movió entre los 5.673 de enero y los 5.904 de marzo, mientras que en el inicio de 2016 había oscilado entre 5.439 y 5.760. En este caso, el crecimiento se debe, sobre todo, al tráfico pesado, que sube más de un 10%, pues de los poco más de 500 vehículos diarios de media del curso precedente pasa a 561 de media, con un máximo de 575 en marzo. El tráfico ligero también sube, aunque solo un 3,5%, con una media de 5.222 coches por día, y un pico de 5.330 en marzo.
Incidencia de la AP-53
Pero donde más se nota la incidencia de la AP-53 es en el tramo entre Lalín y Dozón, debido a la falta de peajes. Ahí si gana con claridad a la nacional, que en Dozón promedia 483 vehículos en el arranque de este año. Son incluso menos que en el anterior; en concreto, 22 menos, lo que arroja un descenso del 4%, con marzo como único mes por encima del medio millar (518). El descenso apenas se nota en el tráfico ligero (-1,3%), con una media de 439 vehículos, pero si es muy considerable en autobuses y camiones, al desplomarse por encima del 21% y promediar tan solo 44 tránsitos diarios.
