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Un Camino que da más que la Compostela

Los tres peregrinos que reestrenan la ruta jacobea lusa por el interior llegan a Santiago

María Joâo, en el puente medieval de Pontevea, entre A Estrada y Teo.

Los tres peregrinos lusos que acaban de reestrenar el Camino portugués por el interior -que, desde Ribadavia, era también Camiño dos Arrieiros- alcanzaron ayer su meta. Llegaron a Santiago, entraron por O Arco de Mazarelos (donde una placa recuerda que "por esta puerta entraban en la ciudad los buenos vinos de la Ulla y del Ribeiro", indicación que parece remitir al Camiño dos Arrieiros) y alcanzaron la catedral. María Joâo Batista, Joâo Filipe y Luis Sobreiro no pudieron entrar por la puerta principal debido a las obras que se están efectuando en la fachada de la Praza do Obradoiro así que accedieron a su interior por una lateral para cumplir con el ritual de visitar el sepulcro y abrazar al Apóstol, dando después los correspondientes "croques". Luego, se dirigieron a la Oficina del Peregrino para, esgrimiendo su Credencial del Peregrino, intentar obtener su Compostela.

No fue posible aunque en sus credenciales lucían los cuños de todos los lugares por los que han pasado y pese a que aportaron la documentación que acredita que el Camino que recorrieron es tradicional. Por él indican que peregrinó a Santiago la reina santa Isabel de Portugal que da nombre a la localidad de Caldas da Rainha, de donde son originarios estos peregrinos. Les sellaron el final de sus credenciales pero no les otorgaron la Compostela por la falta de homologación oficial de este Camino, que se proponen buscar el Concello de A Estrada y la Academia Xacobea. Lejos de lamentarse por no lograr la Compostela, los tres peregrinos se felicitan de haber completado el Camino portugués por el interior, que en Tabeirós-Montes les llevó a pasar -siguiendo las directrices de Codeseda Viva- por Soutelo de Montes, Vilapouca, Cachafeiro, Ponte Gomaíl (Gaxin), A Mámoa, A Portela, Codeseda, Nigoi, Tabeirós y A Estrada. En la villa recibieron una cálida bienvenida. Luego, continuaron su peregrinaje hacia Compostela pasando por O Cruceiro y caminos de Figueiroa, Toedo, O Rollo, Souto de Vea, Vilacriste, Couso, el puente medieval de Pontevea, Rarís y A Ramallosa. Durmieron allí y reanudando su camino al alba. Tras pasar por Montouto, O Outeiro y Santiago, llegaron a Santiago. Atrás dejan 290 kilómetros de camino y experiencias inolvidables. Por eso, afirman sin dudarlo que "ganamos mucho más que la Compostela". Sopesan ir hoy a Finisterre. Luego regresarán a su tierra en tren pasando por Vigo y Oporto para llegar a Caldas da Rainha.

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