A Estrada le brindó ayer un recibimiento de altura a los tres peregrinos lusos que, como informó ayer FARO en exclusiva, fueron recibidos el lunes por Carlos da Barreira y Jorge Fernández de Codeseda Viva como artífices del reestreno del Camino portugués a Santiago por el interior que, desde Ribadavia, era también Camiño dos Arrieiros. María Joâo Batista y Joâo Filipe (pareja de ingenieros agrícola e informático, respectivamente) y su amigo Luis Sobreiro (viticultor) afrontaban el tramo final de los 290 kilómetros comprendidos entre la Puerta de Santiago de la catedral de Braga -de donde partieron el 6 de mayo- y la catedral de Santiago, a la que llegarán hoy. El trazado cruza de norte a sur el municipio de A Estrada y -tras pasar por cerca de Sabucedo (donde vieron con emoción cómo los caballos salvajes de Rapa das Bestas les seguían), ver el santuario y A Cruz da Grela con Carlos da Barreira, disfrutar de las espectaculares vistas desde esa zona, sellar su Credencial del Peregrino en el bar O Panadeiro y pernoctar a cuerpo de rey en la vivienda turística Eira Moura, invitados por su propietario, Jorge Fernández- al fin los tres caminantes entraban en A Estrada. Allí les aguardaban el director y el vicedirector de la Academia Xacobea, Xesús Palmou y Enrique Otero; el alcalde de A Estrada, José López; el presidente del Centro de Iniciativas e Turismo (CIT), Luis Reimóndez; la presidenta del Seminario de Estudos Locais, Chus Fernández Bascuas; José Antonio López Pampín de Virxe Peregrina, que lleva años proponiendo rescatar el Camino por A Estrada; y Luis Ferro, artífice junto con Carlos da Barreira y Jorge Fernández de la intensa investigación que se está desarrollando en A Estrada para documentar la existencia del viejo Camino por el que precisamente ayer esos tres peregrinos lusos llegaron hasta A Estrada.

Sorprendidos por el recibimiento, los tres peregrinos relataron su experiencia y supieron por boca del alcalde que Concello y Academia Xacobea, apoyándose en la investigación de Da Barreira, Fernández y Ferro pretenden solicitar la homologación de esta variante del Camino portugués que pasa por A Estrada. "Para nosotros es "una oportunidad histórica" rescatarlo, aseguróLópez.

Los tres caminantes detallaron el trazado. Pasaron por Braga, Santa Cruz, Geira Romana , Vía Nova XVIII, Terras de Bouro, Campo do Gerés, Portela do Homen, Compostela, Lobios, Entrimo, Feira Vella, Castro Laboreiro, Portelinha, Acobaça, Azoreira, Padrenda, Cortegada, Arnoia, Ribadavia, Beade, Pazos de Arenteiro, Distriz, Feáns, Beariz, Boborás, Brués, Soutelo de Montes, Vilapouca, Cachafeiro, Ponte Gomaíl (Gaxín), A Mámoa, A Portela y Codeseda. Seguían indicaciones del historiador, Armandinho Cunha, de entes jacobeos de Braga y Ribadavia y de Codeseda Viva.

Explicaron que, a diferencia del de Camino Oporto (que completaron el pasado año), aquí no se encontraron peregrinos pero sí "paz", "tranquilidad" y "mucha hospitalidad": vecinos que, a falta de un bar, le ofrecieron un café en casa, indicaciones para salvar obstáculos, el bienestar de relajar los pies cansados en aguas termales de Lobios o Berán, camas cómodas y una "lareira" donde secar sus ropas mojadas en Eira Moura de Codeseda (magnífico albergue, según ellos) o el rico Menú do Peregrino con el que les obsequió Chelo Sánchez de O Quinteiro de Vea en Souto de Vea.

A pesar del esfuerzo de levantarse al alba para caminar desde las 6.00 horas para completar una media diaria de 25 kilómetros -sorteando dificultades como pasos inaccesibles por la malezao salvando la ausencia de un puente recurriendo a una barcaza, por ejemplo- afirman, sin dudarlo, que "vale la pena", por el "paisaje" , por la "gente buena" que se han encontrado y por que una experiencia así sirve "para conocer tus límites" y relativizar las dificultades del día a día.