El albergue de peregrinos lalinense de A Laxe reabrirá sus puertas la próxima semana después de dos meses clausurado. La instalación, propiedad de la Xunta, fue sometida durante los últimos días a trabajos de revisión para verificar su estado y desde Turismo de Galicia se asegura que "la semana que viene se procederá a la apertura". El departamento que dirige Nava Castro precisó en el día de ayer que el servicio de mantenimiento de la red de albergues públicos "está comprobando el estado de estas instalaciones, tareas que ya se están ultimando" y que podrían cerrarse ya, en principio, en estos días.
Con la puesta en marcha del alojamiento de peregrinos situado en la parroquia de Bendoiro se desbloquea una situación de clausura de estas dependencias tomada por el Concello el 1 de marzo al negarse a renovar un convenio propuesto por la Xunta por considerarlo poco ventajoso para los intereses municipales. La concejalía de Turismo, que dirige Francisco Vilariño, decidió cerrar A Laxe después de haber advertido durante el mes de diciembre del año pasado que la jubilación de la trabajadora adscrita a este servicio se jubilaría en breve y el ayuntamiento no estaba autorizado por el Estado a realizar un nuevo proceso selectivo para cubrir esta vacante. Pero además, el gobierno municipal, que inicialmente tenía cerradas otras condiciones con Turismo de Galicia, basó su decisión alegando que el albergue es propiedad de la Xunta y que en consecuencia debería ser la administración autonómica la que corriese con el personal. La compensación a Lalín se establecía mediante la aportación de un tercio de las tasas que pagan los caminantes por alojarse, pero había dudas de que A Laxe pudiese seguir compatibilizando su uso como albergue y como centro social para los vecinos de Bendoiro. Esta posibilidad, pese a ser consultada la dirección xeral en varias ocasiones, no fue aclarada ayer. Tampoco ha trascendido qué personal tendrá o el horario de funcionamiento del mismo.
Desde el Concello, durante el tiempo en el que el recinto permaneció cerrado, se mantuvieron conversaciones con Turismo para agilizar el traspaso de las altas en los contratos de electricidad y agua con la Xunta ya como titular, pues hasta la fecha era la administración local la que asumía este gasto y también el del personal. Aquel convenio, comentó entonces Vilariño, había caducado en 2012, aunque el Concello mantuvo la colaboración con la Xunta. Turismo de Galicia cerró con el ayuntamiento los trámites administrativo al otorgar la administración municipal la comunicación previa de actividad del inmueble. Esta solicitud llegó al ayuntamiento a principios de abril y fue resuelta poco después. La reapertura de A Laxe había sido anunciada por el PP local para antes de Semana Santa, pero finalmente no se pudo concretar un plazo que el ejecutivo local ya creía que sería imposible de cumplir.
Durante los dos meses en que A Laxe permaneció cerrado pasaron por Lalín más de un millar de peregrinos en las dos rutas jacobeas que atraviesan el municipio: la Vía da Prata y el Camiño de Inverno. En abril, coincidiendo con la Semana Santa, el primer trazado contó con una afluencia de 929 caminantes y 11 en el otro. En marzo se registró el segundo mejor balance de lo que llevamos de año, con 173 peregrinos de la Vía de Prata y cinco del Camiño de Inverno.
