El "campanu" de Galicia volvió a caer en el Ulla. Fue un ejemplar salvaje de 75 centímetros de longitud y 4,231 kilos de peso. Un año más, el primer salmón de la temporada volvió a picar en Penedo Redondo, el puesto más deseado del coto salmonero estradense "fetiche": Ximonde. Sucumbió a las 16.45 horas, ante la suculenta cucharilla con la que le tentó el pescador vigués Joaquín Iglesias Álvarez, un estibador portuario integrante del grupo de la Sociedad de Pesca Citroën. Se rompían así los agoreros pronósticos de una jornada de pesca del salmón que arrancó con malas expectativas.

Aunque el río amaneció llenode deportistas ávidos por lograr el honor de extraer el primer salmón de la temporada de las aguas del Ulla y la turbidez de estas era aceptable, ni las temperaturas (demasiado bajas para principios de mayo) ni el caudal del río (demasiado bajo para esta época) ni los avistamientos de salmones hacían presagiar un buen día de capturas.De hecho, al mediodía, entre deportistas y agentes medioambientales se comentaba que tal vez habría que esperar a hoy para capturar al "campanu". Apenas se habían visto pasar un par de salmones en Ximonde, según detalló el experto Salva Ortega de Ás Orillas do Ulla, hacia la presa de Ximonde, ya en la zona vedada.

Pero Joaquín Iglesias se encargó de romper los peores pronósticos. Él -que afirma no ser "pescador de salmón" sino un asiduo de la competición marítima que participo incluso en campeonatos de Europa de corcheo mar y que se siente más atraído en el río por la trucha- no había madrugado. Había acudido al río con dos amigos. Confiesa que vino porque era le tocó el primer día de la temporada. Si le correspondiese el 20 o el 30 "no hubiese venido". Llegaron a las 8.30, probó suerte en distintos puestos hasta las 13.30, y tras irse a comer y degustar un Mencía, volvió a Ximonde a las 16.00 horas. Decidió probar suerte en el único puesto que le quedaba, Penedo Redondo, y ahí precisamente le aguardaba la fortuna. "El que sabe, sabe, y el que no, a Salamanca", bromeaba ayer, atribuyendo la captura a la "suerte", a la "intuición" y a "saber lo que estás haciendo". De hecho, consiguió sacarlo él solo del río. Sus amigos son partidarios de la pesca sin muerte y por eso no trajeron ni sacadera. Él tenía claro que picaba, lo extraería. "Lo clavé, lo trabajé contra la orilla" y, dado que "era un ejemplar relativamente pequeño", consiguió extraerlo del río él solo.

Su experiencia pudo jugar en su favor. Conoce los cotos salmoneros estradenses. De hecho, ya en 2012 extrajo el quinto pez rosado de la temporada en Sinde. El sabor de aquel ejemplar le hizo comprender que el salmón de río nada tiene que ver en sabor con el que se vende en las superficies comerciales. Por eso, ayer, con humor explicaba que -aunque antes de 2012 creía que no le gustaba el salmón- ahora tiene meridianamente claro que del "campanu" que logró ayer "me daré un cacho a mí mismo y luego otro para mí". Aun así, también lo compartirá con sus seres queridos.

Fue el único de los 28 deportistas que tuvieron la fortuna de obtener un puesto para abrir la temporada en alguno de los cotos salmoneros de pesca con muerte del río Ulla -6 en Ximonde, 8 en Santeles, 8 en Pontevea y 6 en Sinde- que tuvo captura. Los demás se fueron en blanco. Eran mayoritariamente gallegos (de Vigo, Santiago y A Estrada) aunque también había algún madrileño y algún asturiano. Los del de Pontevea contaban además con el aliciente de estrenar a la pesca con muerte este coto que, tras reservarse en los dos últimos años solo a la práctica deportiva sin muerte, este año se suma a las capturas con extracción. Sin embargo, Pontevea tampoco ofreció salmones. Eso sí, los pescadores de trucha que eligieron sus aguas se llevaron truchas de gran tamaño, de hasta 58 centímetros.