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El turismo rural en las comarcas

Deza y Tabeirós concentran un tercio de todos los alojamientos rurales disponibles en la provincia

Son ocho menos que hace una década, pero con más plazas -A Estrada suma 21 y en Lalín solo hay tres

La década de los años 90 del siglo pasado fue clave en Galicia en el desarrollo del turismo rural y Deza y Tabeirós-Montes no se quedó al margen de un fenómeno que buscaba una alternativa al turismo tradicional de sol y playa estival propio de las zonas costeras. Al amparo de foros como la Semana Verde nacieron asociaciones para asentar estos negocios en la comunidad autónoma y por extensión en unas comarcas con unas particularidades favorables para la atracción del turismo de interior. Actualmente en la zona hay distribuidas un total de 57 casas rurales, algo más de un tercio de las 171 operativas en toda la provincia. Y a la vez son casi el 10% de los 575 establecimientos de este tipo que, según los últimos datos de la Xunta, están disponibles en la geografía gallega, en las que hay algo más de 9.000 plazas disponibles.

La distribución de estos establecimientos de hospedaje es muy desigual en las comarcas, máxime cuando por ejemplo en A Estrada funcionan 21, mientras que en Lalín solo hay tres. El sector también se ha visto afectado por la crisis, pero asociaciones como la dezana Ouro Verde aseguran que desde hace algo más de un año el negocio ha repuntado. Una de las conclusiones de los profesionales consultados pasa por una mejoría en la economía de las familias, aunque se incide en la necesidad de seguir profesionalizando este gremio para que el negocio del turismo rural en la zona se sitúe a niveles de otros territorios gallegos o de otras comunidades autónomas que ofrecen a sus clientes recursos como paisaje, patrimonio y gastronomía.

Si echamos la vista atrás diez años este sector en Deza y Tabeirós-Montes también ha experimentado cambios. En la actualidad hay menos establecimientos que en 2007, pero sin embargo ha aumentado el número de plazas disponibles. Si ahora están operativas en las comarcas un total de 57 casas rurales, entonces había ocho más, aunque las plazas actuales alcanzan las 898 frente a las 749 de entonces. La incidencia de estos establecimientos en algunos concellos pontevedreses es muy escasa y en la mayor parte de los casos no se alcanza la media de cinco casas por municipio. Sanxenxo, uno de los más turísticos de la provincia, cuenta con solo 6 establecimientos y en O Grove no hay ninguno. En zonas de interior como Caldas de Reis solo funcionan tres casas rurales, por las tres de A Cañiza o dos en Ponteareas. En algunos municipios costeros como Cangas el censo sube hasta las siete, u ocho en Cambados pero es sin duda Deza y Tabeirós el territorio donde este sector tiene más presencia.

El reciente estudio de comercio realizado por la Asociación de Empresarios de Deza (AED) para el municipio lalinense advertía de la escasa oferta de estos alojamientos en una localidad, pero también es extensible a la zona, que no solo recibe turistas en invierno atraídos por la gastronomía y el paisaje. En los meses estivales las comarcas gozan de una privilegiada situación geográfica que les permite atraer clientes de otras comunidades autónomas que tienen aquí su lugar de alojamiento en sus desplazamientos por Galicia.

En Lalín, según el censo oficial, solo hay 3 casas rurales; una menos que hace una década. Sus 37 plazas totales son sin duda la peor ratio por habitante de las dos comarcas. El fenómeno contrario se da en A Estrada, donde el cliente puede elegir entre 21 alojamientos con capacidad para 392 personas. Son cinco casas menos que hace diez años. En el caso de Silleda este municipio conserva en la actualidad 8 negocios con un total de 128 plazas, siendo el segundo concello de la zona con más oferta de camas. El turismo rural cobra relevancia en Vila de Cruces, con también 8 establecimientos, que son uno menos en diez años. El municipio cruceño tiene disponibles un total de 108 plazas de alojamiento. Rodeiro y Agolada cuentan con dos hospederías en cada caso, las mismas que hace una década. En el primer caso existen 25 plazas, por las 31 de Agolada. En Dozón el visitante no tiene la posibilidad de alojarse en una casa rural. Forcarei es el único caso que gana negocios, uno más, y cuenta con 7 con 91 plazas disponibles. Finalmente en Cerdedo-Cotobade los datos recientes indican que dentro de su territorio hay 6 establecimientos frente a los 8 existentes hace una década cuando ambos concellos no se habían fusionado. El número de camas a disposición de los clientes disminuyó de 94 a 86.

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