La Xunta de Galicia ratificó al mediodía de ayer su decisión de trasladar el Centro Integral de Atención ás Emerxencias (CIAE-112) a su nueva sede de A Estrada, tal como estaba previsto, a pesar del auto de medidas cautelarísimas dictado el lunes por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que echó abajo el decreto autonómico que fijaba en un 100% los servicios mínimos en la central de las emergencias de Galicia en respuesta al recurso presentado por la CIG al entender que vulneraba el derecho a la huelga de los trabajadores.

La Xunta hacía pública su decisión horas después de que la CIG desvelase la existencia de dicho auto y considerase que lo que deberían hacer tanto Xunta como empresa que gestiona el servicio -Telemark Spain, S.L.- era "acatar el auto" y sustituir "el porcentaje del 100% de servicios mínimos decretado inicialmente por la administración por los dictados por el juzgado además de "aplazar el traslado, recuperar el sentido común y sentarse a negociar con los trabajadores" a fin de "encontrar una salida a un conflicto que la propia Xunta creó, evitando así cualquier riesgo innecesario", teniendo en cuenta que "lo que está en juego son vidas humanas".

Al ser cuestionado al respecto durante una visita matutina a Vigo, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, manifestaba que los técnicos estaban analizando si los servicios mínimos indicados por el juzgado para el 112 eran suficientes para poder realizar un traslado para el que la Xunta llevaba trabajando "muchos meses" o si era necesario posponerlo "unos días". Finalmente no fue necesario.

En torno a las dos, la Xunta aseguraba tras evaluar la nueva situación que sus técnicos habían determinado que la "seguridad está garantizada al decretar el juez hasta un 80% de servicios mínimos en los trabajadores en funciones de gestores y coordinadores telefónicos", los "más importantes en esta operación". Reiteraba que su "prioridad fue, desde un principio, "que la seguridad fuese total" y que "los técnicos" determinaron tras analizar "los servicios mínimos hasta el detalle" que el traslado se podría "realizar con plenas garantías". Reiteraba que la "elección de la fecha del traslado" se basó en "criterios objetivos" y agregaba que se cumplían "todas las condiciones técnicas precisas para empezar a trabajar en el nuevo centro", contando el traslado "con una programación detallada y con un comité de seguimiento" que pretenden garantizar que se presta "el servicio con todas las garantías".

Para ello, apuntaba la Xunta, el centro de Santiago "pasará a ser" de "respaldo, ya que cuenta con un sistema de replicación de datos". Así las cosas, si se produjese alguna incidencia en la nueva sede del CIAE-112 en A Estrada se podrían utilizar las instalaciones de Santiago para movilizar la atención que precisen las emergencias que pudiesen producirse, como se venía haciendo hasta ahora.

Ya a última hora de la tarde, el vicepresidente de la Xunta pedía en Lalín que desde hoy "se vean las enormes ventajas del nuevo centro" del 112 en A Estrada, desde el punto de vista tecnológico, de medios y de centralización de todos los recursos porque, recordó, "allí van a estar Guardia Civil, Policía Nacional" y el 061 "antes de que concluya el año". "Tendremos, como todas las grandes comunidades autónomas un gran centro que centralizará todas las llamadas y la atención", aseguraba, deseando que la "profesionalidad y la responsabilidad haga que nada falle" ya que técnicamente todo estaba listo.

En cambio, la CIG veía "temerario" efectuar el traslado "por estar el personal en huelga" y por "problemas que el comité de empresa viene denunciando desde hace más de dos meses" y, según su versión, aun no habían sido solucionados. Apuntaba a los "errores graves" que aseguraba que dio hasta el lunes la nueva plataforma tecnológica que estaba previsto activar en la nueva sede del 112. Este punto era desmentido, sin aludir directamente a la versión de la CIG, por la Xunta garantizando que esa nueva plataforma tecnológica "está en plena producción" sin que se haya "detectado ningún problema de funcionamiento". Añadía, además, que los trabajadores ya han recibido la formación precisa para operar en la nueva plataforma y que esta es una de las principales novedades del nuevo centro, para el que ha sido "diseñada de modo específico". Además, aseguraba que "permite integrar más número de información a tiempo real, lo que redundará en una mayor agilidad y precisión en la toma de decisiones".

Por su parte, PSdeG y En Marea anunciaban ayer su intención de preguntar por el traslado del 112 a A Estrada en la sesión del control al Gobierno de la Xunta que tendrá lugar la próxima semana en el Parlamento.

Ya por la noche, antes de la puesta en marcha de la nueva sede del 112 en A Estrada, un piquete informativo se apostó ante el cierre perimetral del recinto justo por donde accedían los trabajadores del 112 y los responsables de Emerxencias. Pretendían garantizar, según explicaron, el cumplimiento del auto judicial que redujo los servicios mínimos . Varios policías nacionales y la Guardia Civil custodiaban el acceso al recinto. Horas antes, la CIG había indicado que nadie les había explicado en qué consiste el plan de contingencias que podrían tener que aplicar y, además de advertir los problemas que podrían plantearse en la puesta en marcha del 112 en A Estrada, había denunciado la "incapacidad" de la Xunta "para sentarse" con los representantes de los trabajadores a fin de abordar esta problemática y la derivada de "obligar al personal a pagar con sus precarios salarios los costes derivados de tener que ir, desde esta noche, a trabajar a A Estrada". "Pagaremos de nuestros bolsillos los gastos de gasolina derivados de hacer 60 kilómetros diarios más para ir a trabajar", aseguraban cifrando en un 14% las pérdidas económicas que sufrirán por ello, al restar de sus "salarios mileuristas" el combustible. Y todo ello, apuntaba la CIG, sin tener en cuenta "el aumento de horario que provocará ir y venir de A Estrada a Compostela" ni tampoco los "problemas de conciliación derivados de esto", es decir, las "consecuencias que tendrá para los trabajadores" que tienen "reducción de jornada por cuidado de hijos" así como los riesgos de "coger el coche después de trabajar hasta 10 horas en el caso de turnos de noche, máxime en un servicio en el que el estrés forma parte del día a día".