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El néctar del Entroido

Sidra Peroja, de Agar, "abilla" su cosecha de este año antes de embotellar

Daniel Peroja prueba la sidra mientras su hijo Víctor llena su vaso. // Bernabé/Luismy

En casa de los Peroja el Carnaval, más que "cachucha", "filloas" y orejas, trae sidra. Es esta la época del año que suelen elegir para abrir los grifos de su bodega. Se guían por las fases lunares y, dicen, "la menguante es la mejor" para "abillar". Eso hicieron hace apenas unos días en su sidrería situada en el valle del Ulla Víctor Peroja Villaverde -responsable de la marca Sidra Peroja- y su padre, Daniel Peroja Moure.

"La sidra está muy buena, tiene muchísimos aromas, es fresca, muy suave y algo dulce, características propias de esta zona", explica el titular de la bodega, situada en el lugar de Outeiro, en la parroquia estradense de Agar. El "abillado" no es más que la primera cata que se realiza a la sidra después de su fermentación. "Abrimos todos los pipos para saborearlos y ver cómo está la sidra", señala. Si todo está en perfecto orden, el siguiente paso es el embotellado, que en el caso de la bodega Peroja harán "el próximo mes", también cuando la luna mande. "Un menguante para "abillar" y el siguiente para embotellar", señala el bodeguero, orgulloso de la cosecha de este año. "Por esta época la sidra acabó su ciclo de fermentación y lo que ahora hacemos con el "abillado" es decidir cuál se va a embotellar", detalla Peroja.

La producción de Sidra Peroja es totalmente artesanal. Las manzanas, recogidas en octubre, proceden de varias fincas propiedad de la familia -todas ellas ubicadas en Agar- que engloban una superficie total de unas cuatro hectáreas. Las piezas elegidas para elaborar esta bebida son de variedades como Raxao, Reigona, Perico o Teórica, entre otras muchas. "Las mejores manzanas las dejamos para nosotros y las otras las enviamos para Chantada", donde son aprovechadas. Pejora trata de utilizar las especies propias para la elaboración de la sidra, para conseguir un resultado sabroso y de calidad.

"En casa siempre se hizo vino y sidra, y hace tres años probamos a vender". No sin éxito. Su producción actual se acerca a los 5.000 litros. Es lo que prevén embotellar en las próximas semanas, para seguir atendiendo a su clientela habitual y abrirse a nuevos mercados, dado que la producción "va aumentando".

Mercado gallego

Por el momento, Galicia es su única consumidora. Sidra Peroja puede pedirse en varios locales de hostelería de la comarca, a un precio de unos seis euros por botella. También se despacha en tiendas de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes e incluso en la Plaza de Abastos de Santiago. En este caso, el precio de la botella ronda los 3,50 euros.

Con la sidra del nuevo año llamando ya a la puerta, y guardada en pipos de 550 litros, esta sidrería artesanal estradense aún permite probar la cosecha del año pasado a quienes quieran comparar. Pocas son ya las botellas que les quedan de la última añada, pero todavía sigue vendiéndolas.

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