El Concello de Lalín presentará una denuncia ante la Guardia Civil por las pintadas realizadas en la madrugada del pasado domingo en distintos edificios y espacios públicos de O Regueiriño y zonas próximas, como el Barrio de Abaixo. Los actos vandálicos afectaron también a edificaciones de viviendas de la misma urbanización, en algunas de las cuales inutilizaron los telefonillos con pintura, y a coches estacionados en otros puntos de la localidad, caso de la calle B, según informaron desde el gobierno.

La Administración local no había cursado ayer la denuncia porque pretendía incluir en ella las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del consistorio, uno de los edificios más "castigados" por la acción de los gamberros. Los responsables municipales están trabajando en todo el procedimiento legal para poder acceder a las grabaciones de videovigilancia y aguardan recibir hoy autorización para su revisión mediante un decreto, con el objetivo de incorporar estas pruebas a la denuncia. Además, la Policía Local recogió detalles y tomó fotografías para incorporar la informe que se remitirá a la Policía Judicial. El alcalde ya había manifestado el pasado domingo su intención de trasladarlos al cuerpo especializado de la Guardia Civil para que lleve a cabo una investigación con el fin de intentar esclarecer su autoría.

Por otra parte, miembros del gobierno y de la brigada municipal de obras revisaron ayer las pintadas y concluyeron que no será necesario recurrir a una empresa especializada para su limpieza, sino que esta tarea podrá acometerse con medios propios. Al parecer, no están hechas con pintura "profesional" -en algunos casos, incluso parece que podría tratarse de sprays de los que se utilizan para el Carnaval-, por lo que las podrá retirar el Concello haciendo uso de determinados productos habituales de limpieza "sin mayor problema". Es más, algunas, como las del antiguo consistorio y actual biblioteca, podrían salir solo con aplicación de agua a presión. En todo caso, los trabajos de limpieza no dieron comienzo en la pasada jornada, como estaba previsto, para no entorpecer la recogida de pruebas por parte de los cuerpos policiales o eliminar detalles que puedan ser importantes para la investigación.

Las pintadas habrían sido realizadas durante las primeras horas de la madrugada del domingo; en concreto, entre las 2 y las 3 de la mañana, según las primeras inspecciones policiales. No es la primera vez que Lalín amanece con pintadas reinvidicativas o insultantes, pero en este caso llaman la atención dos factores: La profusión y la saña con que se emplearon los autores, que no distinguieron entre edificios públicos y privados y otras propiedades (coches), y lo variopinto -cuando no abiertamente contradictorio- de los mensajes que habrían querido transmitir -más allá del daño en si-, que van desde proclamas a favor de la paz, la infancia ("estáis engañando a los niños", reza una) o la legalización de determinadas drogas, hasta amenazas e insultos a personas e instituciones o símbolos y dibujos obscenos.