La laguna inferior del paseo fluvial del río Pontiñas está contaminada de purín, según denuncian varios vecinos del municipio que pasean a diario por esta zona de esparcimiento. La causa más probable de esta circunstancia es que el purín fuese arrastrado desde fincas colindantes durante las lluvias de los últimos temporales, para terminar en el curso del río. El agua presenta en varias zonas una gran concentración de materia de color pardusco, así como manchas de aceite industrial.
Es posible que este vertido sea la consecuencia de otro del que ya alertaron los paseantes hace un par de meses, a finales del año pasado. Por entonces, el tono marrón del agua era más palpable en el kilómetro 5 del paseo, aguas arriba de la citada laguna. Ahora, su intensificación puede estar relacionada con que se continuó depositando purín en fincas próximas en una cantidad superior a la que marca la Consellería de Medio Rural, de modo que éste no pudo ser absorbido por el terreno y pasó al río a través de las canalizaciones. En cualquier caso, el estado en que se encuentra ahora el lago es por lo menos preocupante, puesto que ya no se ven por su entorno los en torno a medio centenar de patos que solían residir en la zona. Del mismo modo, los viandantes también echan en falta la pareja de nutrias y los dos pares de garzas reales que, en este caso, han optado por trasladarse unos metros más arriba.
Desde el Concello, la edil de Medio Ambiente, Celia Alonso, apuntó ayer que no tenía constancia de ninguna denuncia por este presunto vertido, pero insistió en que desde el gobierno local se trabaja para evitar este tipo de situaciones. "Hemos llamado en varias ocasiones al Seprona", en cuanto se detectan situaciones irregulares de vertidos de purín, y es consciente de que el municipio tiene un problema en cuanto a la gestión del este material en las explotaciones ganaderas. La normativa establece que dicho residuo puede ser aplicado en agricultura, pero que también se puede entregar a un gestor para su correcto tratamiento. Ése es el problema, que en muchas ocasiones se deposita en las fincas cuatro ó cinco veces más purín de lo que éstas pueden soportar, con lo que este material termina contaminando los manantiales.
Revisión de arquetas
Respecto a la investigación que se abrió en diciembre, Alonso señala que se optó por abrir todas las arquetas que procedían del polígono industrial Lalín 2000. Se recogieron muestras y la conclusión a la que llegaron los técnicos era que no había ningún vertido de aceite desde este enclave que pusiese en peligro el Pontiñas. Por tanto, se descarta la vinculación del parque industrial con la presencia de óleo en las aguas del paseo. En este sentido, Alonso también apela a la concienciación ambiental de los ciudadanos, puesto que "a veces, con el mero lavado de un tractor o de una cisterna, estas aguas van a pluviales y pueden terminar en el lecho del río", explica. Como es obvio, suele ser más fácil detectar al autor de los vertidos cuando éstos se repiten en el tiempo.
