El edificio del número 24 de la calle Antón Losada de A Estrada fue evacuado ayer como consecuencia del denso humo provocado por un incendio declarado en la cocina del 4º A, que quedó completamente calcinada. Las llamas se originaron en una sartén olvidada al fuego y, de ésta, pasaron a la campana extractora y se reprodujeron hacia los muebles e incluso el falso techo, generando cuantiosos daños materiales.

"Mi mujer dijo que le pareció que apagara el fuego, pero debió dejarlo al mínimo, o no sé", explicaba ayer a las puertas del edificio, junto a los vecinos desalojados, Jaime da Costa, inquilino, junto a su esposa y su hijo, de la vivienda en la que se produjo el incendio. Él no estaba en casa, pero sí su hijo, que fue el que dio la voz de alarma al oler el humo. Su madre había salido un momento, convencida de que la vitrocerámica había quedado apagada.

El chico, de 19 años, avisó enseguida a la vecina de enfrente y, entre ambos, intentaron apagar las llamas, que ya se habían extendido a la campaña de extracción. Pronto llegaron más vecinos en auxilio, la mujer de Da Costa y, también, agentes de la Policía Local, quienes, igualmente, trataron sin éxito de sofocar las llamas. Ante la imposibilidad de hacerlo y en vista de la propagación del humo por el piso y por todo el edificio -especialmente en la cuarta planta y superiores-, ordenaron la evacuación de todo el inmueble para evitar males mayores.

La mujer residente en la vivienda sufrió quemaduras en uno de los dedos de su mano, por lo que acudió por su propio pie al servicio de urgencias del centro médico estradense, próximo al lugar de los hechos. También su hijo, la primera vecina que le ayudó y otros inquilinos que participaron en un primer momento en los intentos de extinción se acercaron por sus propios medios al servicio médico, dado que habían tragado humo y sentían molestias en la garganta. "Intentaron apagar las llamas, pero había tanto humo que no se aguantaba", señalaba Da Costa mientras observaba cómo aún por uno de los laterales del edificio salía una nube negra.

El GES de A Estrada se personó en el punto nada más recibir la llamada de alarma -a las 13.37 horas-, con dos motobombas. Iniciaron las labores de extinción y, pronto, se sumó una tercera motobomba, la de los Bombeiros do Deza. Los trabajos de extinción se prolongaron durante casi una hora. A partir de ahí, los servicios de emergencias procedieron a desescombrar, ventilar y enfriar el inmueble. Los vecinos pudieron volver a sus casas en torno a las 15.45 horas.