Los bomberos del parque ubicado en Silleda tienen claro que no van a recurrir a medidas de presión para que se tengan en cuenta sus demandas. Adelantan que la postura que defienden "no implicará una merma de la calidad del servicio, ni una desatención a la ciudadanía, por la que siempre nos hemos sentidos valorados y guardamos el máximo respeto". Pero se ven en la obligación de intentar mudar su situación, ya que "probablemente somos el servicio de bomberos peor tratado de España por parte de las administraciones prestacionistas". Ignoran por qué se les mantiene sin convenio colectivo, bajo mínimos y sin abordar su funcionarización, después de 18 años de servicio, con más de 5.500 intervenciones y realizando tanto horas extras sin cobrar como "tareas asignadas que no nos corresponden", al margen de ostentar las peores retribuciones a nivel estatal.

La presencia de dos representantes de los trabajadores en el pleno que se celebró esta semana fue algo insólito, pues solo se produjo en otras dos ocasiones a lo largo de casi dos décadas de funcionamiento. Sin embargo, la exposición que realizaron los dos trabajadores parece haber surtido muy poco efecto en los miembros del consorcio, que sí sacaron adelante un presupuesto cifrado en 831.030 euros, una cuantía inferior al del año pasado en poco más de 3.600 euros.