Precios más bajos para el vivero de empresas

La discriminación de la Diputación hacia Lalín es un argumento que el PP repite desde casi la conformación de la nueva corporación provincial y en casos no le falta razón. Ayer volvió colocar a la institución presidida por Carmela Silva en el ojo del huracán por la diferencia de precios que hay en el vivero de empresas local y el de Barro-Meis; ambos impulsados por el anterior gobierno provincial. José Crespo citó que hace un año se estrenaba la instalación del parque Lalín 2.000 casi vacío y con unas tarifas mucho más altas que el otro complejo pontevedrés y en abril del año pasado la Diputación cifraba en un 80% la ocupación del vivero, cuando la realidad es que a día de hoy hay dos sociedades solo "y con una cabreada", mientras que las naves nido permanecen vacías. "Pásense por allí y pregunten por qué no funcionan los móviles y la fotocopiadora está cerrada bajo llave". La edil de Emprego, Katia Procino, culpó a Crespo como vicepresidente provincial entonces de haber aceptado para Lalín una instalación de 600 m2, mientras que a Barro-Meis se fue una de más de 2.000. Y dijo que a mayor espacio menos coste a la hora de repercutir las cargas, argumento que no convenció a Crespo, que recordó que Lalín había donado la parcela. "Es una vergüenza, porque tiraron el dinero en un edificio de 500.000 euros sin muebles, con oficinas de 16 metros cuadrados y sin cobertura de móvil; pero el argumento era que había que gastar. El error es de concepto e inicial, pero ahora claro que habrá que tratar de rentabilizarlo, aunque hagan examen de conciencia". Cuiña dijo que Intervención de la Diputación analizaba fórmulas y lanzó sin ser esperado que el compromiso del gobierno local con el empleo era incuestionable. "Ustedes fueron los recordman del desempleo en Lalín. Sigan usted en el Senado, mientras otros con ayuda de nuestra familia modestamente generamos más de 400 empleos". "Sí, tengo el mismo conocimiento empresarial que usted; es decir, ninguno", espetó Crespo al alcalde.