La sangría demográfica que padece Deza y Tabeirós-Montes se ha agravado en los últimos años por otro condicionante: la crisis económica ha motivado que muchos vecinos hayan tenido que dejar las comarcas en búsqueda de una oportunidad laboral. Si a este escenario sumamos que la zona es históricamente un territorio con grandes flujos migratorios, como el resto de Galicia, nos topamos que en la actualidad hay 24.114 ciudadanos de pleno derecho empadronados aquí que residen en el extranjero a mayores de los 66.764 de su censo. Este volumen de personas es superior a la población total de las dos capitales de comarca, Lalín y A Estrada, con lo que en la diáspora se concentra la que podría ser la tercera cabecera de Deza y Tabeirós-Montes, al menos en población.
Este 36% de los 66.764 vecinos que totalizan los nueve municipios está por encima de la media provincial, pues el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE) de la provincia representa el 26% del total de empadronados; es decir, diez puntos porcentuales menos. Si nos detenemos en esta proporción en la provincia y la comparamos con los datos de las comarca salta un dato revelador: ocho de los nueve concellos de las comarcas están entre los veinte primeros de la provincia con mayor porcentaje de vecinos en la diáspora en relación a los que están dentro de sus fronteras municipales. Salvo los casos de Crecente y A Lama, que casi tienen tantos habitantes en sus territorios como los que están fuera, después aparece el caso de Cerdedo. Sus ciudadanos de pleno derecho que viven en el extranjero son ya, con datos cerrados de 2016, el 84% del total. Es decir, además de los 1.781 vecinos que constan en el último padrón, otros 1.497 están fuera de España. Rodeiro es la cuarta localidad pontevedresa con más ciudadanos en la diáspora, pues representan el 80% del total y son 2.118 además de los 2.644 que constan en su censo actualizado. Una proporción muy relevante también se da, aunque menos, en el caso de Forcarei. En el extranjero residen 2.442 personas con DNI forcaricense de un padrón municipal de 3.621 personas. En el caso de Dozón son algo más de la mitad de su censo, ya que en el extranjero hay 627 ciudadanos empadronados en esta localidad. A medida que nos acercamos a los concellos de las comarcas más poblados, el promedio de vecinos en el extranjero es menor, a excepción del caso de Agolada. Sus 807 personas que figuran en el PERE representan el 32% sobre el total de los 2.507 que hacen vida su territorio. Hasta el 37,7 por ciento sube esta proporción en Silleda, que, con un padrón total de 8.734 residentes, cuenta con otros 3.295 en la diáspora. Las dos capitales comarcales, como en otros fenómenos demográficos, se mueven en unos parámetros semejantes. El padrón de estradenses en el extranjero alcanza el 28,9% del de habitantes, que, en esta localidad suma a mayores 20.891 y en Lalín se queda en el 28. La capital de Tabeirós cuenta con 6.028 vecinos fuera de España, mientras que la dezana contabiliza 5.607.
Las localidades con una proporción de vecinos residentes en el extranjero menor se dan en A Illa de Arousa y Soutomaior, con solo 197 y 322 casos, que suponen el 4% a mayores de su censo. En Vigo apenas rebasa el 8%, pero en Pontevedra capital son otros 16.015 a mayores de su censo, de 82.549.
