En toda fiesta que se precie nunca falta el dicho de "se lo pasaron como niños" para indicar que el evento fue todo un éxito. Y es que los más pequeños de casa son, por norma general, los que más disfrutan de determinadas fechas como las Navidades o el Carnaval, que desde hoy y hasta el miércoles -aunque en algunos puntos los festejos esperarán hasta principios de marzo- da rienda suelta a la imaginación de pequeños y mayores para adoptar las ropas y la personalidad de quien deseen.

El Carnaval es, en sí mismo, una tradición. Así que es lógico que se quiera transmitir a las nuevas generaciones la relevancia cultural que tienen estas fechas. Y ayer hubo dos actividades en la comarca que aunaron diversión e historia. Una de ellas tuvo lugar en el colegio Ramón de Valenzuela, de A Bandeira. En el Encontro Escolar de Entroido que organizó el equipo de la biblioteca de dicho centro junto a su homólogo del IES Marco do Camballón, de Vila de Cruces, participaron además alumnos de este instituto, así como de los colegios de Merza, de Piloño y Nosa Señora da Piedade, todos ellos del municipio cruceño. Los chavales hicieron recreaciones del Alto dos Xenerais y disfrutaron de una sesión de regueifa, para conocer cómo es esta improvisación oral en verso.

Ya durante la jornada vespertina, un grupo de ocho cacharelos, los personajes típicos del carnaval del barrio lalinense de A Cacharela, visitaron el colegio de Prado para darse a conocer entre sus alumnos. Hoy está previsto que saquen risas -y algún que otro susto, también- a los estudiantes del centro Xesús Golmar. La organización del Entroido da Cacharela visita todos los años algún colegio del municipio.

Silleda también dedica a los niños estas jornadas previas al Carnaval. Ayer, la Casa da Xuventude acogió un taller de confección de complementos de carnaval, y hoy se celebrará el aula Somos heroes e heroinas, en la que los participantes aprenderán a maquillarse para estas fechas.