Un camión cargado con neumáticos usados volcó en la mañana de ayer en la rotonda de Eroski provocando retenciones de varias horas a la entrada de Lalín. El suceso tuvo lugar en torno al mediodía cuando por causas que se desconocen el camión Iveco con matrícula 4675 JNG volcaba de manera aparatosa esparciendo su carga por la calzada de dicha rotonda. Inmediatamente dotaciones de la Policía Local de Lalín, GES de Lalín, 061, Guardia Civil de Tráfico y bomberos del parque intercomarcal se personaron en el lugar del siniestro para montar el correspondiente operativo de seguridad.

El vehículo viaja de Lalín en dirección a León para transportar los neumáticos que iban a ser reciclados en la capital castellana y se disponía a negociar la rotonda cuando su carga dio un vuelco inesperado. Los miembros del 061 trataron en el lugar del accidente al conductor, un varón de origen búlgaro que por precaución fue llevado al centro de salud donde no se le apreció herida alguna, regresando poco después al sitio donde había tenido lugar el accidente para supervisar las labores de recuperación de la carga del container.

Tráfico

Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico fueron los encargados de regular el tránsito de los vehículos que en ese momento circulaban por la zona donde tuvo lugar el siniestro. Las desviaciones se realizaron por O Rodo y por el cruce de Penatoares para que los conductores pudieran sin más contratiempos continuar la marcha prevista tanto en dirección a Lugo como al centro de la cabecera comarcal dezana. Un guindaste de la empresa Grúas Lalín fue el encargado de transbordar la carga de neumáticos, una tarea que se prolongó hasta cerca de las 16.00 horas. Otra grúa retiró el camión accidentado, que presentaba grandes desperfectos en la cabina del conductor, finalizando la delicada operación en torno a las 20.00 horas.

Por otro lado, los bomberos del parque intercomarcal se dedicaron a limpiar el gasóleo vertido por el depósito del camión siniestrado utilizando en primer lugar una espuma especial para contener la mancha de aceite desparramada y, después, aplicando sobre el asfalto sepiolita, un mineral que se utiliza habitualmente en este tipo de trabajos, en el que también se tuvieron que emplear varias horas. Una vez finalizado el lavado del carril de la rotonda ocupado durante casi ocho horas por los restos del camión y su carga de neumáticos, el tráfico rodado quedó plenamente restablecido en el lugar.