La Policía Local de Lalín tiene un conflicto laboral en el que acaba de mediar la CIG para tratar de buscar una solución. Pese a que este asunto se trató ayer en la reunión de las centrales sindicales, fue la central nacionalista la que denunció supuestas irregularidades en la confección de los turnos de los agentes por parte de un funcionario. El problema surge cuando se estaría proponiendo un cuadrante de turnos no válido y en el que se discutiría la discrecionalidad en el reparto de las tareas e incluso los días de asuntos propios, en los que los agentes tendrían poco o nada que decir. Lo que se negocia ahora es que se establezca un cuadrante anual y no mensual como hasta ahora para que los guardias municipales sepan cómo se distribuyen sus tareas. Hay, en este sentido, modelos de turnos de seis días consecutivos de trabajo, que se encadenarían después con cuatro de libranza. Pero en el modelo, que por cierto debe ser autorizado y aprobado por el jefe de personal; es decir el alcalde, no aparecería por ningún lado estas cadencias. En esencia, se estaba presentando o negociando un cuadrante que no es válido y que a raíz de la reclamación de la CIG deberá ratificarse n base a unos criterios normativos y no con la arbitrariedad de un funcionario de esta agrupación.