Representantes sindicales de la CIG en el comité de empresa del 112 Galicia -concretamente su presidenta y su secretario, Isabel Moares y el estradense Óscar Valadares- comparecieron en la mañana de ayer en rueda de prensa para trasladar a la opinión pública las numerosas dudas que les suscita el próximo traslado del personal del 112 desde su actual sede en Santiago a la nueva, radicada en A Estrada, en el nuevo edificio que se ha construido al lado del edificio central de la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp). Según detalló Valadares, "a tres semanas" de que "se produzca la "implementación" al iniciarse el traslado -cuyo inicio está previsto para mediados de marzo- ni la Xunta ni "la empresa de León" a través de la cual ha "precarizado" este "servicio público" tienen claro cómo se va a realizar el traslado. De momento, agregó, les han dicho que esta primera fase del traslado de la central gallega de las emergencias a su nueva sede de A Estrada afectará a más de 80 trabajadores del 112. Les han puesto como "referencia" el día 15. Posteriormente, le llegará el turno al personal del 061.

En opinión de Valadares, "lo que está haciendo la administración con el 112 es hacer pruebas con nosotros". Esto le parece "particularmente grave" ya que se trata "del centro que atiende las emergencias" que puedan producirse en toda Galicia, en "tierra, mar y aire", ya se trate de incendios, accidentes de tráfico, desaparecidos, naufragios, accidentes ferroviarios o aéreos, entre otros. "Hacer pruebas con un servicio tan sensible parece muy peligroso y temerario", consideró.

Y es que, recordó, de manera paralela al desplazamiento geográfico de los trabajadores del 112 a su nueva sede en A Estrada se realizará también la "implementación de un nuevo programa de emergencias" que, según explica, en las pruebas que se están realizando "no están funcionando". "Si no funciona" -porque "se cae o no permite realizar determinadas tareas"- no podemos funcionar correctamente, subrayó. "Es una prueba más de la temeridad de la Xunta: mandarnos con un programa que no funciona". En su opinión, dado que la Xunta ya sabía hace uno o dos años que iba a afrontar este cambio debía de haber actuado con más previsión y no haciendo "todo de prisa y si pasa algo luego ya zafaremos como podamos", que es la "situación que estamos viendo".

Una "prueba más del desinterés de la Xunta" la ve en que ni la administración autonómica ni en la empresa gestora del servicio tengan una previsión cierta de cómo se va a efectuar el traslado sino tan solo "unas ideas" al respecto. "Nos parece muy grave. Somos los primeros interesados en que el servicio funcione", aseguró.

Y es que, explicó cada año se reciben más de tres mil millones de llamadas. Un día "normal" las llamadas son menos numerosas pero "un día complicado" como los registrados hace poco más de dos semanas el volumen de llamadas se dispara. Todo ello sumado a la posibilidad de que el programa no funcione y no se aprecie "un plan" pretrazado supone, según Valadares, "preparar la tormenta perfecta": "que pase algo y sea un peligro".

Asegura que los trabajadores-con años de experiencia a sus espaldas no se quejan por el estrés diario sino por la "incapacidad de dar un servicio de calidad si algo falla. Dependemos de la gestión informática" para movilizar a "centenares de recursos diferentes": los "disponibles en los 319 municipios de Galicia". "Si tardamos más, a lo mejor cuando lleguen la persona ya falleció", explica. No quiere que "problemas que se podrían solucionar pongan la vida de los implicados en una emergencia más de lo que ya está". Tienen "verdadera preocupación" por ese asunto y niegan tajantemente que la nueva plataforma tecnológica envíe los medios automáticamente, como asegura que ya dijeron fuentes de la Xunta. "No es verdad. El personal tiene que discriminar la información y, en función de la relevante, movilizar los efectivos" oportunos que están en "la cabeza" de los trabajadores.

Estos son "la pieza fundamental" , ponen su "voluntad absoluta" al servicio de su labor pero son conscientes de que también necesitan de la "herramienta" , de la "plataforma" tecnológica para movilizar los recursos. Si funciona correctamente puede ayudarles a encontrar los números de los efectivos de emergencia en segundos. Asegura que la "sociedad no se puede permitir" lo que está ocurriendo: "la Xunta se está desentendiendo, poniendo en riesgo la vida de las personas y precarizando la de los trabajadores".

Además de la "falta de planificación" de la Xunta, agregó Valadares, la administración autonómica ·pretende que el traslado lo paguemos los trabajadores". Destaca que la plantilla reside mayoritariamente "en Santiago y comarca". Según las primeras estimaciones que barajan, el traslado les va a costar en torno al 14% de su salario. Harán más obras y, al afrontar el desplazamiento, de facto cobrarán un 14% menos. El secretario del comité de empresa destaca el "perjuicio" que el traslado a la sede de A Estrada le ocasionará a los trabajadores y apunta: "las condiciones laborales afectan a lacalidad del servicio que le damos a la gente".