-Desde luego, si por algo es conocida la Pastelería Navaza es por sus helados y por sus pastas. ¿Dónde está el secreto de sus helados?
-Porque el producto es italiano y, por supuesto, saberlos hacer. La pastelería es una ciencia exacta; pesado y medido, y también conocer muy bien el producto con el que trabajas. Por ejemplo, para cada cosa se necesita una harina diferente. El problema de España es que a la gente todavía le cuesta tomar un helado en invierno. En Inglaterra, un país con tanto frío, es raro el hogar donde no hay helado en casa durante todo el año, en Holanda pasa lo mismo, y no digamos en Italia. Es algo que aquí todavía no se ha conseguido. Ahora le han invitado a mi hijo los italianos para que vaya allá. Tú cuando vas a un confitería es como cuando vas a una joyería: Si pagas tienes que exigir lo mejor.
-Las pastas de Navaza tampoco se quedan atrás en fama.
-¿Sabes a dónde fueron unas pastas nuestras hace pocos días? Me llegó una chica joven pidiéndome una caja de kilo bien preparada porque tenían que viajar en avión. Le pregunté a donde iban de viaje y me contestó que a Finlandia para unos finlandeses que habían estado aquí y que habían comprado unas pastas. No se puede escatimar en la calidad. Recuerdo que en Madrid una de las mejores confiterías que había, cuyos dueños eran gallegos de Lugo, se llamaba Viena Capellanes y eran tan buenos que cuando preguntabas por una buena pastelería siempre te decían que fueras a ellos. También pasa lo mismo a La Violeta, donde hacen caramelos con pétalos de violeta, pero la fama le vino porque Algunos XIII compraba allí para sus queridas de turno. Todavía hoy en Madrid, si preguntas por la fama de La Violeta, te dicen que era una confitería conocida porque allí compraba el rey para sus queridas de aquella época.
-Se la sigue viendo muy activa dentro de la confitería, ¿no tiene pensado jubilarse nunca?
-Me gusta estar aquí todos los días y acompañar a mi hijo en su trabajo. También soy mucho de estar con mis amigas, porque afortunadamente tengo muchas en Lalín, con las que suelo ir a tomar café cada día porque nos gusta estar juntas y hablar de nuestras cosas. Ya digo que soy muy abierta y me gusta estar con la gente.
