La oposición política de Silleda ya tiene en su poder sendas copias del presupuesto económico que se manejará este año, y que asciende a 7,10 millones de euros. Los cinco ediles populares se reunirán este fin de semana para analizar en profundidad el documento, mientras que desde el BNG su portavoz, Matías Rodríguez da Torre, hace una primera valoración que se centra en las cuestiones que no incluye el gobierno de Manuel Cuiña en el capítulo de inversiones reales, "que al fin y al cabo son las que disfruta la ciudadanía", esgrime.

Desde hace unos años, y con especial intensidad en los dos últimos ejercicios, el Bloque le insiste al ejecutivo en que los presupuestos debían incluir una partida destinada a la red de saneamiento en el rural, "ya que el 99,9% carece de este servicio", extendido tan solo "a Laro, Ponte y poco más", recuerda Da Torre. En este sentido, el año pasado el edil presentó una moción que salió adelante y en la que se apostaba por el saneamiento biológico, conocido también como saneamiento ecológico o sistema ecosan. Es una medida utilizada ya en otros municipios e idónea para núcleos pequeños, y Da Torre volvió a mencionarla en la comisión informativa de anteayer.

El año pasado, Cuiña se comprometió a estudiar este sistema y a incluir una dotación en los presupuestos, pero la idea no se materializó. "El alcalde insiste en que tiene que ser la Xunta quien invierta en estas cuestiones, ya que cobra el canon del agua, pero el concello, al ser la administración más próxima al ciudadano, también ha de servir como modelo", recalcan desde el BNG. Para su portavoz, el ejecutivo trasdezano debía disponer ya de un plan básico de saneamiento, donde se incluyeran al menos cuestiones como por qué zonas del municipio se acometería primero. "No nos sirve que se diga que se está trabajando en el tema y que no se tenga la delicadeza de incluirlo en los presupuestos".

Por este motivo, el BNG no votará a favor del presupuesto en el pleno extraordinario del lunes (10.00 horas). Pero hay otra cuestión que también se obvió en el documento económico: la compra de la zona de la Carballeira das Pedrosas que todavía permanece en manos privadas. Da Torre señala que a lo largo del tiempo "hubo especuladores que se encargaron de hacer horribles las villas, prescindiendo de zonas verdes, y fue lo que ocurrió con Silleda". Tiene claro que el área de As Pedrosas tiene que incrementarse, para que la disfruten más silledenses, en lugar de limitarse a dotarla de iluminación mediante una inversión de 200.000 euros que procede del Plan de Obras e Servizos (POS) de la Diputación.

No se trata de un solar urbano, así que el Concello "podría hacerse con él", recalca el concejal. Fue, además, una cuestión que se planteó el PP cuando gobernaba, aunque no llegó a llevarla a la práctica. La compra de más zonas verdes debería extenderse, a ojos del BNG; también al casco urbano de A Bandeira.

Sin participación

Da Torre recuerda también que, a diferencia de los presupuestos de 2016, esta vez el gobierno no abrió la puerta a la oposición para que presentase sus propuestas de cara a incluirlas en el apartado de inversiones. En el documento del año pasado (que se aprobó a finales de 2015) sí se tuvieron en cuenta algunas de las iniciativas que formuló el BNG.