Las comarcas totalizan 62.651 bienes inmuebles de naturaleza urbana; 18.358 más que hace una década. El crecimiento está motivado tanto por las altas voluntarias de nuevas edificaciones o por las inspecciones de la Dirección General de Catastro, que incorpora estos bienes a los padrones municipales para que sus propietarios tributen por ellos. Este salto, en casos, está relacionado con la aprobación de nuevas ponencias de valores en municipios como Cerdedo, que hacen saltar los registros catastrales y siempre a la espera de los procesos de regularización, que no revisión, que han llevado a cabo algunos concellos. La ley obliga a las administraciones locales a realizar regularizaciones y en las comarcas gran parte de los municipios las han completado, aunque entre los que faltan están por ejemplo A Estrada o Rodeiro.
Fruto de esta regularización se incorporarán a los padrones todo tipo de edificaciones rurales como alpendres, explotaciones ganaderas, pequeñas construcciones auxiliares o viviendas, pero también hay casos de edificios o casas en zona urbana que pese a llevar años construidas no estaban dadas de alta. Pero si nos ceñimos exclusivamente a los bienes inmuebles urbanos hay que destacar sobre todo los casos de Forcarei o Cerdedo. Estos dos concellos, en la última década, se han visto sometidos a aprobación de nuevas ponencias -Forcarei en 2009 y Cerdedo el año pasado- que han generado un incremento en los registros catastrales. En el término municipal forcaricense fueron incorporados al padrón municipal 7.403 propiedades hasta totalizar -según los datos del pasado año- 10.444 inmuebles urbanos. El salto en Cerdedo fue de 2.964 propiedades y esta localidad suma ahora 4.483.
La diferencia en las dos capitales de comarca es mucho menor y en términos absolutos Lalín tiene casi el doble de bienes inmuebles urbanos que A Estrada. En la cabecera comarcal dezana la evolución parte de un censo de 28.426 registros, hasta alcanzar ahora los 32.049; es decir, Catastro registró en esta década 3.623 bienes a mayores. En el caso de A Estrada fueron 1.278 los que se sumaron a su padrón municipal. Se partía de 15.010 hace una década y en la actualidad aparecen 16.288 propiedades de naturaleza urbana. Más de dos millares de registros incorporó Catastro en Silleda durante este tiempo; exactamente fueron 2.256, pasando de una bolsa de inmuebles urbanos de 5.477 hasta los 7.733 actuales. La proporción en Vila de Cruces es bastante más baja pues la última valoración catastral fue aprobada en el año 2002. La diferencia es de 604 inmuebles en esta década, pasando de los 4.262 que había en 2006 a los 4.866 registrados durante el año pasado.
En Rodeiro se tramitaron 188 altas catastrales de bienes urbanos y su último censo es de 1.981 propiedades. En Agolada la diferencia es de solo medio centenar y su registro de propiedades alcanza ahora las 2.440. Ambos municipios llevaron a cabo su última valoración catastral hace ya 29 años. Finalmente, Dozón es el único caso en el que el padrón de bienes inmuebles urbanos es más bajo ahora que diez años atrás. Con ocho casos menos, el municipio totaliza solo 725 construcciones de estas características.
Si vemos lo que ha acontecido en el último año, el balance de inmuebles urbanos solo es mayor en Lalín, A Estrada, además del mencionado caso de Cerdedo por su nueva ponencia. En la capital dezana es donde se produjo un mayor crecimiento, con 265 altas nuevas, mientras que en A Estrada han sido 144. Los inmuebles residenciales suman 40.831 en las dos comarcas, 79 más que un año antes. En Lalín figuran 12.104, Silleda (5.428), Vila de Cruces (3.384), Rodeiro (1.734), Agolada (1.886)y Dozón (586). En A Estrada Catastro tiene registrados 11.567 viviendas, mientras que en Forcarei y Cerdedo son 2.901 y 1.241 respectivamente.
