El fallecimiento de una anciana nonagenaria y el hallazgo a su lado de su marido herido, inconsciente y con un traumatismo craneal, presuntamente tras caerse ambos por las escaleras de su domicilio del lugar de As Quintas, en la parroquia estradense de Codeseda, causó ayer profunda consternación en el municipio estradense.

Presuntamente ocurrió en una noche aciaga, que los vecinos As Quintas de Codeseda vivieron a oscuras tras quedarse sin suministro eléctrico a las 21.00 horas del viernes.

Nadie se percató de este accidente doméstico hasta que los vecinos del matrimonio nonagenario les echaron en falta por la mañana, cuando la señora fallecida no acudió a los bocinazos que anunciaban la llegada al lugar del furgón de la panadería. Alarmados los lugareños porque esto contravenía las costumbres diarias de la anciana y porque ninguno de los dos nonagenarios respondía a sus llamadas, alertaron a la hija de ambos y ya con la autorización de esta, accedieron al interior de la vivienda forzando una ventana.

Lo que allí se encontraron les encogió el corazón. El matrimonio yacía al final de las escaleras que comunican la planta baja con la primera planta de la vivienda unifamiliar. Junto al cuerpo sin vida de la mujer yacía su marido, de 96 años, inconsciente, con un traumatismo craneal y respirando con dificultad. De inmediato se desplazaron hasta el punto efectivos de la Guardia Civil de la comarca y del 061 de A Estrada con personal sanitario. Le trasladaron en ambulancia primero al centro médico y luego a Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS) para prestarle atención sanitaria.

Mientras, hasta su domicilio se desplazaba también la médica forense, que ordenaba el levantamiento del cadáver de la esposa al considerar que su fallecimiento se había debido a un accidente doméstico.

El suceso suscitó una gran conmoción entre los vecinos de As Quintas, donde el veterano matrimonio era muy querido. Fuentes vecinales indicaron ayer que le tenían un gran respeto y le profesaban "mucho aprecio". Aunque en el momento del accidente estaban solos y, por tanto, nadie vio lo sucedido, en Codeseda se temían ayer que la anciana habría podido levantarse de la cama de noche y, al no haber luz, haberse desorientado y, con tan mala fortuna, haberse caído por las escaleras de la vivienda. Sería entonces cuando su marido, intentando auxiliarla, se habría dirigido a la escalera, cayendo él también y sufriendo un traumatismo del que a última hora de ayer intentaba recuperarse, todavía ingresado en el Clínico.