La crisis de espectadores, cambios de hábitos de los clientes y la regresión económica afectaron en toda la geografía española al sector del séptimo arte. Lalín tampoco fue una excepción y la cabecera comarca pasó de contar con dos cines con cinco salas de proyecciones cada uno a quedarse, como en muchas villas medianas o grandes gallegas sin oferta para los aficionados al séptimo arte. La última iniciativa empresarial que aguantó fue la de Filmax, en el centro comercial Pontiñas-Gadis. Tras un tiempo en el que la caída de negocio y la necesidad de digitalizar sus cinco salas hacían presagiar lo que ocurriría poco después, la sociedad echaba el cierre el febrero de 2014 a un proyecto que había arrancado a principios de diciembre de 2004. Durante su década de existencia los cines Filmax sumaron algo más de 550.000 espectadores, una cifra semejante a las que suma en solo doce meses los de una gran ciudad. El volumen de entradas vendidas fue cayendo progresivamente hasta, en los últimos años, rebasar por poco las 26.000, durante 2013. Los más de 2.000 metros cuadrados de estas salas siguen sin uso en la actualidad.
También en las navidades, pero de 2003, la sociedad Cinesga inauguraba cinco salas en el centro comercial Deza al no ser capaz de alcanzar la previsión de los 479 espectadores diarios. La inversión había ascendido a 1,2 millones de euros, pero a principios de abril de 2007 la empresa anunciaba el cese de actividad de Cines do Deza.
