Durante las jornadas de hoy y mañana, la comarca estará en alerta amarilla por acumulación de más de 40 milímetros de precipitaciones en un periodo de, respectivamente, nueve y doce horas. Se trata, en realidad, de la primera gran borrasca del invierno, que nos regaló estampas de suelos teñidos de blanco por las heladas y cielos con un sol radiante pero que apenas transmitía calor. Así fue transcurrió enero, con sólo once días de lluvia (la mitad de ellos concentrados en la última semana) y un volumen de precipitaciones de 48,4 litros por metro cuadrado (l/m2). Con estas cifras, el mes que acaba de terminar se erige en el cuarto más seco de lo que va de siglo, puesto que fueron aún más secos los eneros de los ejercicios de 2005 (con 29,8 milímetros de precipitaciones); 2012 (con 38,6) y 2007 (con 39,2).

La tremenda sequía de enero contrasta, también, con el mismo mes tan lluvioso del año pasado: en 2016 Mouriscade registró 335,2 l/m2 y hasta 27 días de precipitaciones, convirtiéndose así en el segundo mes con más lluvias desde el año 2000, solo superado por 2001, cuando cayeron 422. Para darnos una idea del enorme contraste entre el comienzo de 2016 y el de 2017, basta con tomar los días de enero en los que más llovió: en 2016 fue el día 10, cuando cayeron 57,6 milímetros. Pues bien, en este 2017, el pasado viernes, día 27, fue el más lluvioso del mes, con tan sólo 8,2 milímetros. Así las cosas, resulta que en el primero mes del año cayó sobre Lalín la séptima parte de las precipitaciones que se registraron en enero del pasado ejercicio. La relación es similar en las demás estaciones meteorológicas de la zona: en Serra do Faro, Rodeiro, se constatan 80,8 l/m2, frente a los 365,8 de enero de 2016. Las medidas en Camanzo (Vila de Cruces) indican una relación de 31 y 348,2 milímetros, mientras que en la estación de Pereira, en Forcarei -quizá la zona más lluviosa de Deza y Tabeirós-Montes- frente a los 118,8 milímetros de este mes de enero se sitúan los 715,4 del año pasado.

La ausencia de cielos cubiertos de nubes provocó que las heladas, como decíamos, reinasen durante buena parte del mes. De hecho, en Mouriscade se registraron hasta 17 días de helada (en Camanzo fueron 12, mientras que en Serra do Faro y en Pereira se reducen a 6 y 5). Así se explica que las temperaturas mínimas se desplomasen a los 8,8 grados bajo cero, en concreto en la jornada del 19 de enero. Lalín no tuvo el honor, ese día, de ser la localidad con las temperaturas más gélidas de Galicia, sino el concello ourensano de Calvos de Randín, con 14 grados negativos. Hizo bastante más frío que en enero del año pasado, cuando el valor más bajo que marcó el termómetro fueron 3,6 grados bajo cero. Con estas cifras tan bajas, es lógico que la temperatura media del mes también sea muy inferior a la que se registró en enero del año pasado: 4,9 ºC frente a 8,01. Las máximas, sin embargo, ya están más próximas entre sí: este enero que acaba de terminar alcanzó los 17,8 grados, mientras que el año pasado llegaba a los 18,4.