Lalín se quedará en 2017, por primera vez en dos décadas, sin Luar do Cocido. Así lo ha decidido de forma unilateral Radio Televisión de Galicia, que informó por carta al Concello: "No estamos en condiciones de llevar a cabo la producción de la Gala dos Premios Gastronómicos en la noche del viernes [anterior a la Feira do Cocido], ya que desde los últimos años estamos percibiendo un creciente desequilibrio entre los costes económicos y organizativos y el rendimiento del programa en términos de audiencia", reza la misiva firmada por Rosa Vilas Núñez, directora de la RTVG.

La decisión de prescindir del programa que se emitía en directo desde 1995 -primero desde el pabellón municipal y en los últimos años desde el Lalín Arena- no ha pillado por sorpresa al gobierno local, cuyo máximo responsable ya se esperaba algo así tras la conversación que había mantenido con la propia Rosa Vilas. "Ya no me sonó bien aquel día", rememora el alcalde, Rafael Cuiña, si bien desde el ayuntamiento se hicieron "las mismas gestiones que el año anterior" y que se mantuvo contacto oral. Por eso, tampoco ha sentado nada bien que la respuesta llegase mediante un frío e-mail. Pero, al margen de las formas, no por intuida, la respuesta ha dejado de "disgustar" a los miembros del cuatripartito, pues, aun siendo conscientes de que es un evento que despierta "diferentes sensibilidades", también lo son de que gozaba de gran predicamento entre el público más joven y los fieles del propio Luar. Además, ya formaba parte del "engranaje" del evento gastronómico de Lalín. Por lo tanto, "es una mala noticia para Lalín, provocada por aquellos que solo quieren a Lalín cuando mandan en Lalín", sentencia el regidor.

La falta de rentabilidad que esgrime la TVG no convence al ejecutivo. "A mi me dicen trabajadores muy significados con los que he hablado que son decisiones políticas" adoptadas para concellos que no son gobernados por el PP. Cuiña relaciona este hecho con el fracaso de la solicitud para declarar el Cocido fiesta de interés turístico internacional, a pesar de que "Xunta y Concello hicimos todo lo posible" y concluye que "es el PP el que está detrás en ambos casos".

Más rotundo es el teniente de alcalde, Nicolás González Casares, al aseverar que se trata de una "decisión política": "A algunos no les gusta que hagamos el Cocido, porque pensaban que era un invento de ellos", declara el edil socialista, que confiesa no ser "particular seguidor" de la Gala. "Pero era un elemento de promoción de la feria perfectamente institucionalizado y que se mantuvo con diferentes gobiernos de la Xunta", apunta. Lo de la baja audiencia le parece una "excusa peregrina", pues en 2007 cayó al 11%, la mitad que en años anteriores, y el bipartito la mantuvo en 2008, "en plena crisis económica". Además, en 2013 volvió a cuotas del 21%. El share de 2016 se desconoce, porque "no nos lo dan". En todo caso, "no creo que sea la Gala lo que hacer perder dinero a la TVG, más que nada porque el Concello hacía una aportación importante". "Es un ataque de la Xunta a Lalín como acostumbra, sin dar la cara", concluye Casares.

"Es una tras otra", apostilla Francisco Vilariño, que lamenta la utilización política de la "bandera" que, como tal, esgrimía el anterior gobierno. El edil de Turismo va más allá: "¿Alguien piensa que Román Rodríguez es ajeno a esta decisión, que se toma sin hablar con el conselleiro de Lalín y con el PP, sin su visto bueno?". Sostiene que es una estrategia que "no castiga a este gobierno, sino a los vecinos de Lalín" Por ello, pide al PP que se esfuerce para que la decisión tenga "marcha atrás". Al hilo de su intervención, el alcalde anunció que llevarán una moción urgente al próximo pleno.

"A mí no me gusta, más allá de mi etapa adolescente, en la que también hice colas para verla, pero no quisimos eliminarla porque está interiorizada en el esquema del Cocido", abunda Lara Rodríguez Peña. "Que aleguen falta de audiencia cuando es Luar, es Gayoso, significa que a lo mejor tienen que replantearse todo el contenido de la programación de la TVG", añade la edil de Cultura, que también deplora los métodos empleados por el ente público al remitir "una contestación lamentable".