Niños y jóvenes de todos los centros educativos de A Estrada sometieron en la mañana de ayer a un tercer grado a tres de los integrantes de la banda juvenil de rock Furious Monkey House -integrada por chicos de 11 a 13 años- en la presentación del concierto que ofrecerán el próximo 4 de enero en el Teatro Principal de A Estrada. Las entradas ya están a la venta en Cultura y en Tiko Doco.

Mariña Paz (cantante), Irene Teijeiro (guitarra) y el "mono furioso" -Gonzalo Maceira, que siempre toca el bajo, ejerciendo además de profesor de música de los chicos- se sinceraron. Recordaron su primera vez sobre el escenario. La de Gonzalo fue en Vilagarcía. Su banda sonó "fatal" pero le valió para aprender a trabajar más duro si cabe. La de sus jóvenes compañeros y alumnos fue ya con Furious Monkey como tal, en Pontevedra, y ante un auditorio formado mayoritariamente por sus familias. Estaban "nerviosísimas". Aun mantienen la tensión, vital para que las cosas salgan bien. El apoyo de sus familias les brinda mucha "seguridad", subrayó Mariña.

Grabar su primer disco fue "complicado" como también lo es "ensayar" en "pocas horas" para compatibilizar su faceta artística con sus estudios. "Los estudios son lo primero. Si no hay buenas notas, no hay nada", explicaron.

Aunque admiten que es "muy cansado" viajar, tienen la suerte de hacerlo con sus "mejores amigos", formando "una gran familia" y compartiendo "muchísimas risas". "Merece la pena", apunta. Y es que para esta bandalo más importante son sus valores y el "amor". Así cabe entender su acuerdo de colaboración con la Fundación ANAR contra el acoso escolar.

A pesar de haber grabado su primer disco, "Run", de tener ya su propio libro en formato cómic editado por Planeta, y de haber compuesto un tema para la banda sonora del filme "Zipi y Zape", los integrantes de Furious Monkey House siguen sorprendiéndose cuando les paran por la calle. Solo el "mono furioso" se libra de ello, gracias a su careta. Tocar con ella es "un asco rico", bromeó. Le resta aire y ángulo de visión pero ya no puede tocar sin ella.