Niños y jóvenes de todos los centros educativos de A Estrada sometieron esta mañana a un tercer grado a tres de los integrantes de la banda juvenil de rock Furious Monkey House -integrada por chicos de 12 a 14 años- en la presentación del concierto que ofrecerán el próximo 4 de enero en el Teatro Principal de A Estrada. Las entradas ya están a la venta en el departamento municipal de Cultura y en Tiko Doco.

Mariña Paz (cantante), Irene Teijeiro (guitarra) y el "mono furioso" -Gonzalo Maceira, que siempre toca el bajo, ejerciendo además de profesor de música de los chicos- se sinceraron. Recordaron su primera vez sobre el escenario. La de Gonzalo fue en Vilagarcía. Su banda sonó "fatal" pero le valió para aprender a trabajar más duro si cabe. La de sus jóvenes compañeros y alumnos fue ya con Furious Monkey House como tal, en Pontevedra, y ante un auditorio formado mayoritariamente por sus familias. Estaban "nerviosísimas", recordaron Mariña e Irene. Aun mantienen la tensión, vital para que las cosas salgan bien. El apoyo de sus familias les brinda mucha "seguridad", subrayó Mariña. El miedo ha desaparecido. Han evolucionado mucho.

Grabar su primer disco fue "complicado" como también lo es "ensayar" en "pocas horas" para compatibilizar su faceta artística con sus estudios. Estos "son lo primero. Si no hay buenas notas, no hay nada", explicaron.

Aunque admiten que es "muy cansado" viajar, tienen la suerte de hacerlo con sus "mejores amigos", conociendo juntos lugares fascinantes como el Teatro Lara de Madrid, formando "una gran familia" y compartiendo "muchísimas risas". Algunos de sus integrantes han pasado de no soportarse a ser amigos. "Merece la pena", concluyeron, todo el esfuerzo que realizan. Y es que para esta banda juvenil lo más importante son sus valores y el "amor". En ese contexto cabe entender su acuerdo de colaboración con la Fundación ANAR contra el acoso escolar.

A pesar de haber grabado su primer disco, "Run", tener ya su propio libro en formato cómic editado por Planeta, y haber compuesto un tema para la banda sonora del filme "Zipi y Zape", los integrantes de Furious Monkey House siguen sorprendiéndose cuando les paran por la calle. Solo el "mono furioso" se libra de ello, gracias a su careta. Tocar con ella es "un asco rico", bromeó. Le resta aire y ángulo de visión pero ya no puede tocar sin ella.

Afrontan el reto de grabar su segundo disco.Y también de actuar en festivales, dando rienda suelta a la música como "forma de comunicación más auténtica y universal". A través de ellas se pueden expresar los "sentimientos" y también el estado de ánimo. Componer las melodías es lo más complicado. Las letras fluyen con mayor facilidad con la base instrumental ya definida. Todo el trabajo que realizan es "difícil" pero, señalan, "si te organizas bien se puede hacer".