Vila de Cruces celebró ayer su segunda cita gastronómica más importante del año, la 17ª Feira de Nadal do Galo de Curral. Bajo una carpa en la Praza Juan Carlos I se pusieron a la venta 120 ejemplares, de entre 3 y 5,5 kilos. Pero, en conjunto, con motivo de esta feria se despacharon en torno a 500 ejemplares, según calcula el presidente de la cooperativa Crugalo, Tito Mariño, ya que muchos criadores cierran las ventas ya en la propia explotación y no acuden a la feria.

Las ventas se prolongarán a lo largo de estas fiestas navideñas, puesto que "tenemos en torno a 60 encargos para fin de año", señala Mariño, quien añade que el gallo de corral se está convirtiendo con más frecuencia en un regalo de empresa. "Por la mañana, un cliente nos llevó 25 para repartir entre sus empleados", relata. La jornada de ayer se completó con una exposición de 80 animales vivos (que animó a varios asistentes a reservar ejemplares para criar en casa) y una degustación gratuita en la que participó una veintena de restaurantes, la mayoría del municipio cruceño pero alguno llegado de otras latitudes como A Pobra de Trives o Sanxenxo.