"No lo esperábamos", confesaba ayer Pablo Carrón, como máximo responsable de la Asociación de Rapaces e Amigos con Necesidades Especiais (Aranes). Para él, como para los demás impulsores de este joven colectivo, es motivo de "muchísima alegría e ilusión" el galardón que les concede el Concello de Lalín. Constituye todo un aliciente para seguir desarrollando su labor de apoyo a los niños y jóvenes y les sitúa como referente en la comarca dezana. "Nos aporta más visibilidad a la hora de trabajar por la diversidad funcional", valoraba un agradecido Carrón. La asociación realiza estos días balance de su primer año de actividad, en el que ha tenido una presencia muy activa en la sociedad lalinense, a la par que aborda la planificación del próximo ejercicio.