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Cien años de evolución ganadera

-Los municipios de las dos comarcas sumaban hace un siglo el 30% de todo el ganado censado en la provincia -De una economía de subsistencia a otra industrial, en el porcino se pasó de 25.300 cabezas a más de 300.000

La zona norte de la provincia que dibuja en su geografía las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes es un territorio en el que el sector primario ha sido históricamente muy relevante. De aquellas economías de subsistencia se pasó a procesos de industrialización. Ya no hay vacas o cerdos en casi todas las casas, pero el censo del ganado empleado tanto para trabajar en el campo, como medio de transporte o para su comercialización es hoy en día más de diez veces superior al que había hace un siglo.

En 2017 el denominado Estudio de la Ganadería en España elaborado por la Junta Consultiva Agronómica elaboró un censo sobre las principales cabañas ganaderas de los partidos judiciales. En la provincia aparecen, como en la actualidad, los de Lalín y A Estrada, así como el resto de los que completan la división administrativa del territorio pontevedrés. En este registro, cien años atrás, se concluía que en los municipios de la provincia había 276.449 animales de ganado equino, mular, asnal, vacuno, ovino, caprino y porcino. Actualmente, atendiendo a los censos de la Consellería de Medio Rural, solo en las comarcas ya hay más de 300.000 cerdos. Los tiempos actuales nada tiene que ver con aquellos años en los que los concellos de la zona, todavía eminentemente rurales, lo eran todavía mucho más. Pero su trascendencia dentro del mercado ganadero se refleja también en los años en los que las ferias, de mayor o menor dimensión, funcionaban como espacio para los negocios en una economía muy primaria en la que, además de transacciones económicas, era común el intercambio de bienes materiales. El informe en cuestión señala que la provincia cuenta con numerosísimas ferias. Prosigue que las más importantes son las que se celebran en Pontevedra los días 1 y 15 de cada mes, siguiendo a estas las celebradas todos los meses en Lalín, Estrada, Silleda, Caldas, Meis, Redondela, Puenteareas, Tuy y Cañiza. En estos mercados tradicionales acababan muchos de los animales que se criaban en las casas en búsqueda de recursos económicos. En casos del cerdo, animal totémico de Galicia y desde luego de estas comarcas, se reservaban algunas viandas para consumo propio y jamones y otras partes del despiece del animal se vendían pues la necesidad obligaba.

El estudio, que puede consultase en el Instituto Galego de Estatística (IGE), desglosa los censos de animales domésticos. En este de 1907 ya no figuran, como en otros del siglo XIX, registros de otros animales como camellos. Cien años atrás los concellos de las comarcas aglutinaban el 30% de toda la cabaña ganadera de la provincia; es decir 79.565 del total de 276.449 caballos, mulas, asnos, vacas, ovejas, cabras y cerdos censados. ¿Cuáles eran más predominantes? Curiosamente, en los tiempos en los que los equinos se empleaban como medio de transporte o para trabajar en un campo al que no había llegado la maquinaria agrícola, en los dos partidos judiciales había 3.140 caballos de los algo más de 9.000 de la provincia. La mitad de los casi dos millares de mulas estaban en esta zona, mientras que los asnos apenas representaban un 8% del total. Vacuno y porcino, como ahora, eran los que tenían más peso. Tres de cada diez vacas o bueyes que nutrían de leche a los pontevedreses eran de Lalín, Silleda, Vila de Cruces, Rodeiro, Agolada, Dozón, A Estrada, Forcarei o Cerdedo. De las 115.900 cabezas de vacuno, 33.589 pertenecían a las comarcas. El reparto de ganado ovino se estableció en 12.830 cabezas de un total de casi 50.000. Y 3.570 de las 24.370 cabras respectivamente. En los recursos de ganado porcino Deza y Tabeirós concentraba a hace cien años 25.300 de los 72.820 cerdos de la provincia.

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Nada se semeja aquel escenario con el actual y solo, pese a los embates de la crisis y los nuevos modelos de mercados, Deza y Tabeirós preserva su marchamo de zona ganadera. Si hace un siglo estos animales se criaban en las casas de los más de 89.508 habitantes, ahora; por ejemplo, solo en las explotaciones de porcino hay más de 300.000 cerdos u 84.000 vacas en las 5.000 granjas de la zona. Los momentos históricos han cambiado. Cien años atrás A Estrada sumaba 25.470 vecinos, Silleda rebasaba los 13.200 y Lalín no llegaban a 17.000. Tras un siglo la cabaña ganadera en las comarcas es en casos diez o doce veces mayor. La población, sin embargo, ha caído casi un 25%.

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