El grupo de gobierno de Lalín mostró en las últimas semanas su contrariedad por la escasa autonomía que tienen los concellos para gestionar sus propios recursos, máxime cuando se tratan de administraciones solventes y que son capaces de probar su músculo económico. El ejecutivo local cuestiona que la legislación estatal de sostenibilidad presupuestaria le impida destinar su superávit a inversión. Es decir, una administración local no gozaría de ningún tipo premio por estar saneada frente a las que no hacen sus deberes. Por eso anunció ayer una moción en la que insta al Gobierno central a permitir a las entidades locales que inviertan su superávit en 2017. Y lo plantean como un ajuste a realizar a través de una autorización legal para esa reinversión que surja de la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado. En acuerdo también contempla que sean revisadas las inversiones que se consideran inversiones financieramente sostenibles.

En la iniciativa se insiste en que los concellos son las únicas administraciones que tienen superávit, "están saneados y cumplen con sus objetivos, pero no pueden invertir ese ahorro", expone la moción del grupo de gobierno lalinense.