La Rolda Leste es la principal vía de circunvalación del núcleo urbano de Lalín. La vía soporta una gran densidad de tráfico entre Alto de Vales y la salida hacia la N-525 en dirección Silleda, en As Queimadas, donde existen un total de ocho rotondas. Las dos más grandes corresponden a entronques de carreteras nacionales propiedad del Ministerio de Fomento y mientras la de As Queimadas muestra un firme en buenas condiciones, en la situada al lado de la subestación de Fenosa las características del asfalto hacen necesaria una intervención para solventar algunas grietas en el firme.
Si dejamos al margen estas dos glorietas, en el transcurso de la Rolda Leste un conductor se topa con otras seis. En la mayor parte de ellas se aprovecharon las dos fases de reparación integral de esta circunvalación para fresar su firme y dotarlo de una nueva capa de rodadura. Pero el aspecto de todas ellas no es uniforme y por ello el PP lalinense preguntó días atrás por qué se había autorizado o propuesto que con las obras en la Rolda Leste se adecuase la rotonda situada en la parte alta de O Rodo, en su conexión con la carretera de Brántega. Los populares pretendían conocer si el grupo de gobierno actuó con un trato de favor hacia la Diputación provincial, institución propietaria de la EP-6009, y no lo hizo en otras glorietas que entroncan en carreteras de la Xunta o de Fomento. La interpelación se fundamentó en que si el Concello había negociado con otras administraciones para actuar en tramos de vías de su propiedad y por qué solo, a su juicio, se dotó de una nueva capa de rodadura a la vía provincial que confluye en la glorieta de O Rodo.
Las que peor estado presentan son, las dos con conexión en la N-640, las situadas a la altura de Carragoso y la que reparte el tráfico en dirección Goiás y Agolada a través de la propia ronda exterior o la calle Areal. En el proyecto, licitado por 800.000 euros, se renovó el firme de una ronda que se deterioró en tiempo récord y entre las mejoras se contemplaron pasos de peatones luminosos en las inmediaciones del colegio Manuel Rivero; uno de los puntos más sensibles para los peatones por cuestiones de seguridad y en el que también fue construida una glorieta.
La obra, en la que el Concello logró "ahorrar" 300.000 euros sobre la inversión prevista, tiene para los populares otra tara. Su portavoz, José Crespo, urgió días atrás la conveniencia de dotar a toda la ronda de firme antideslizante para evitar accidentes. El grupo de gobierno replicó días atrás que el proyecto ya contemplaba "una capa de rodadura adecuada para esa zona".
