El fuego que se declaró al mediodía de ayer en la cocina de una de las viviendas del número 9 de la calle principal de Soutelo de Montes -a mano izquierda en dirección Pontevedra-Ourense- arrasó la vitrocerámica, la campana extractora, el mobiliario y buena parte del falso techo. Afortunadamente, la dueña de la vivienda -una mujer casi octogenaria que suele vivir con su sobrina en una localidad ourensana pero que había venido a pasar el fin de semana a su casa- resultó ilesa. Al estallar la vitrocerámica e incendiarse la campana, salió a pedir ayuda a sus vecinos, que impidieron que volviera a entrar a la estancia para evitar que resultara herida y de inmediato dieron la voz de alarma, activando el 112 un dispositivo de emergencia que movilizó a los Bombeiros de Deza-Tabeirós-Montes con base en Silleda con una bomba urbana ligera, a Protección Civil de Forcarei y a una patrulla de la Guardia Civil.

Aunque estos efectivos actuaron con celeridad, y así lo reconocieron los vecinos valorando su intervención, los soutelanos destacaban que el incidente vuelve a poner el foco sobre la necesidad de tener más cerca efectivos de extinción. Subrayaron que los daños hubieran sido mucho menores si los bomberos estuviesen a menos distancia. El tiempo que tardaron -lógico, teniendo en cuenta la distancia, admitían los vecinos- se les hizo eterno. Vaciaron un extintor pero todo resultó inútil. El fuego seguía activo y un denso humo afectaba a toda la estancia. Gracias a que cerraron la puerta no se propagó al resto de la casa. Los bomberos apagaron las llamas con varios extintores y enfriaron la zona con agua para evitar que pudiera reactivarse.