Mientras que en una administración triunfan los números impares, otras se decantan por el 5 y el 7 y, en el caso del despacho número 2 de Lalín, tienen gran éxito de ventas las combinaciones que terminan en 4. Pero si en algo coinciden las cuatro administraciones loteras de la comarca dezana, es en el perfil del cliente que quiere probar a cambiar el rumbo de su vida con el Gordo de Navidad: "los que más compran son los abuelos, que quieren obsequiar con décimos a sus hijos o nietos", indican desde la segunda administración lalinense, aunque apuntan que también es frecuente que la gente joven adquiera décimos para sus amigos. En idénticos términos se expresa Gonzalo Gómez, desde el Café de Ramón, en Vila de Cruces. "La que más dinero invierte es la gente que supera los 50 años de edad", afirma.