Tanto las presas de Touro (que afecta a la población cruceña de Ollares) como la de Brandariz (también en Vila de Cruces) cuentan con sendos planes de emergencia en caso de que se produzca una rotura de estos embalses y posterior inundación. Estos planes deben elaborarlos las propias firmas que gestionan la presa y han de pasar la criba de Augas de Galicia, y en ellos se contemplan distintas situaciones de riesgo, de las que la más extrema es una avería grave que pueda afectar a aldeas y personas.
Para alertar a la población de estos incidentes, es necesario que cada presa tenga una sirena de evacuación. Por eso ayer se realizó un simulacro durante cinco minutos, en los que pudieron oírse las sirenas de ambas presas con la intención de que la población, previamente informada, se familiarizase con su sonido y pueda identificar el riesgo de inundación en caso de que se produzca un fallo. El director xeral de Emerxencias, Luis Menor, que ayer estuvo presente en estos dos simulacros, explica que, una vez que se oiga la sirena, los concellos afectados disponen de media hora para evacuar a las personas y buscar un lugar seguro. Por eso tanto Touro como Vila de Cruces disponen de sus respectivos planes municipales de evacuación, que en el caso de las dos presas sobre el Ulla a su paso por Cruces "afecta a una veintena de vecinos, que además no residen de forma permanente" en las aldeas vecinas, indica Menor.
La de ayer era una comprobación de que las sirenas están instaladas y funcionan correctamente. Este simulacro se realiza una vez al año, pero a diario se comprueba en silencio que estas sirenas están activadas. Por el momento, la Xunta no contempla realizar un simulacro de evacuación de los vecinos, aunque tampoco lo descarta, señala Menor.
