Lalinense pero destinado en el cuartel de la Guardia Civil de A Estrada, el sargento Luis López Dapena es uno de los efectivos de la Benemérita que combinan seguridad ciudadana con labores docentes en el marco del "Plan Director para la convivencia y mejora de la seguridad en los centros educativos" que hoy presentará en la Agasp su coordinador provincial, el comandante José Corral. El Concello a través del Centro de Información á Muller (CIM) y los institutos locales cuentan hoy con él para abrirle los ojos a los estudiantes acerca de la violencia machista.
-Hay quien dice que se está produciendo una regresión machista en las generaciones más jóvenes. ¿Coincide en ese diagnóstico?
- Es posible pero con datos objetivos de infracciones penales y denuncias presentadas en la mano no se puede afirmar con rotundidad. Lo que sí se percibe es que puede haber un pequeño repunte de conductas machistas, incrementado por las nuevas tecnologías. Hoy todos los jóvenes tienen un smartphone. Del trato físico hemos pasado a una realidad virtual. Nos relacionamos a través de WhatsApp, Facebook, Twitter, Instagram... Y puede que que la dominación, la posesión y el control se reflejen ahí con casos de control de la pareja: con quién hablas, con quién te relacionas.... Puede ser un indicio para que la chica se plantee con qué tipo de persona está. Si ahora le prohíbe eso, mañana podría prohibirle otra cosa. No hay un esquema tipo de maltratador pero sí características que se repiten.
-¿Cuáles son?
-Sobre todo el control de las relaciones afectivas: que controle con quién está y que le restrinja movimientos, amistades, salidas de ocio y vestuario. Son pequeños micromachismos, conductas reprobables que no se deben tolerar. Pueden ser el inicio de una posible relación de maltrato.
-¿Cómo pueden las jóvenes protegerse de esa amenaza silenciosa?
-Lo has dicho bien. Es una amenaza silenciosa.Informándose. Y no aislándose en esa relación aunque intente hacerles ver que él es su única solución, su refugio. Normalmente la aisla de sus amistades. Hay que estar alerta. No todos los hombres son maltratadores. Si ve un indicio puede hablar con él y si no funciona, dejar la relación. En una relación sentimental intensa hay otros factores psicológicos. La chica se queda atrapada en esa vorágine. Tiene sentimientos de culpa, frustración, depresión... Es complicado salir de esa dominación. Las jóvenes deben tener clara su libertad. Que no se la coarten ni restrinjan. Y si es así, dejar la relación.
-¿Cómo romper ese círculo vicioso si ya han caído en él?
-La comunicación es fundamental. Decírselo a sus padres, amigos o recurrir a otras vías: servicios municipales con psicólogos, el teléfono del maltrato (el 016), la Guardia Civil o la Policía Nacional. Estamos abiertos a prestar auxilio.
-Usted es sargento en A Estrada, ¿cuál es el perfil de maltratador que más abunda en la comarca?
-No hay un prototipo exacto. Pero quizás el de un varón de mediana edad, de entre 40 y 60 años. Lo de que solo se da en gente sin estudios o en el rural es una leyenda urbana no extrapolable a la realidad. El entorno es indiferente.
-Hay otras amenazas que se ciernen sobre los jóvenes como el acoso escolar o el ciberbullying. ¿Han detectado casos en A Estrada? ¿Cómo luchar contra ellos?
-Sí. Hemos detectado casos , algunos gracias a la labor informativa que realizamos en centros educativos, con colectivos de padres y profesores. Ir al cuartel o a la comisaría puede parecer violento al principio pero es importante dar el paso, comunicarlo. Nosotros asumimos toda la investigación y nos encargamos de todas as diligencias. Quizá sea un proceso un poco traumático al principio pero valdrá la pena. Se librarán de esa violencia: acoso escolar, bullying, ciberbullying, sexting... y de la violencia de género, un problema social por el que existe una gran preocupación dentro de la Guardia Civil.
