La intensa borrasca que sacudió la comarca dezana durante el fin de semana se sustituyó ayer por un día despejado que amaneció con los termómetros bajo cero en buena parte de la geografía del centro de Galicia. En concreto, la estación de Vilarmaior, en Rodeiro, llegó a marcar 2,3 grados negativos durante la madrugada, según indica la web de Meteoclimatic, mientras que en Mouriscade la temperatura mínima fue de un grado, también bajo cero, en tanto que la máxima se quedó en los 8.

Este brusco descenso de las temperaturas provocó que la que puede considerarse como la primera helada del otoño tiñese de blanco los prados y todos los turismos que quedaron aparcados a la intemperie. Muchos conductores tuvieron que sacar la escarcha de sus vehículos con rasquetas o esperar durante varios minutos a que aquélla se descongelase. La jornada transcurrió con temperaturas propias del invierno, aunque se produjeron algunos chubascos en puntos de la comarca como A Bandeira, a media tarde.

Las previsiones de Meteogalicia para la jornada de hoy muestran un ligerísimo ascenso de las temperaturas mínimas, que subirán hasta los dos grados, mientras que las máximas descienden levemente y se quedan en los siete grados. Mañana jueves se espera el regreso de las precipitaciones, con un 80% de probabilidades de que llueva en la comarca. El viernes, sin embargo, volverán a lucir los cielos despejados, indican desde Meteogalicia.