Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Miki Ramírez "Mr. Kilombo": "Desconfío cuando veo a alguien que siempre está cambiando de amistades"

Realizará un alto en su gira para tocar junto a su "hermano" Gabriel Blanco en A Estrada

Miki Ramírez y Gabriel Blanco, ayer, en A Estrada. // Bernabé/Adrián Rei

Quedamos con Miki Ramírez -Mr. Kilombo- en A Estrada en medio un alto de un ajetreado día. Nos recibe tomando un café en Pan de Cerdedo junto a su amigo y principal responsable de su presencia en la villa estos días, el músico estradense Gabriel Blanco -Plan Siberia-. Tras una mañana de entrevistas en varias emisoras de Santiago, el artista madrileño descansa antes de subirse al escenario de la sala Sonar de Santiago. Hoy, a partir de las 22.30 horas le tocará cambiar de registro, ya que ofrecerá un concierto acústico en el Cerdedo Cocktails Coffee Club con entrada gratuita.

-Hoy toca en Santiago, luego se marcha a Valencia y Ciudad Real para continuar con su gira. Sorprende verlo en medio de ese recorrido en A Estrada. ¿Qué lo ha traído hasta aquí?

-Tenía previsto venir a Galicia para actuar en la Sala Sonar y me llamó Gabi, propietario de la coctelería Cerdedo, que es como mi hermanito. Él y yo nos conocemos desde hace tiempo y llegamos a ser compañeros de piso allá en Madrid. Ante eso, ¿cómo no voy a venir?

-A su amigo se le llena la boca hablando de usted, de lo que hace y de todo lo que ha conseguido. ¿Cómo labraron esa amistad?

-Todo viene de Madrid, donde coincidimos mucho tiempo. Allí teníamos una pandilla genial de artistas de todo tipo. Fueron años muy divertidos. Yo tenía muchos amigos que estaban estudiando interpretación como él, que además también estaba tocando la guitarra. En esa época yo tocaba mucho en un bar, El Búho Real, donde nos juntábamos habitualmente todo ese colectivo de artistas súper interesantes. Terminamos haciendo una piña y ahí nos conocimos y nos hicimos buenos amigos. Después, por circunstancias de la vida, necesitamos compartir piso y nos fuimos a vivir juntos.

-Habla usted de hace unos cuantos años. En aquella época estaba usted empezando su camino en la música...

-La verdad es que siento que nunca he estado empezando porque llevo muchos años en esto. Es como la frase de twitter que dice "de joven a vieja gloria sin llegar a ganar dinero". Empecé tan joven que creo que nunca he estado empezando. Mi primer disco lo publiqué con solo 18 años. Antes ya hacía conciertos, desde los 16. No sé muy bien lo que haría, cualquier disparate, pero siempre he estado en marcha con el proyecto, creando canciones y contando historias. No sé identificar muy bien cuándo empecé.

-¿Siguen manteniendo ese grupo de amigos o eso ya forma parte del pasado?

-Y tanto que sigo teniéndolo. Me da mucha confianza la gente que tiene sus amigos desde hace muchos años. Me parece algo que marca la diferencia. Cuando veo a alguien que siempre está cambiando de amistades, tiendo a desconfiar. Ese grupo sigue. Unos se tuvieron que ir por un lado y otros por otro para buscarse la vida pero yo sigo manteniendo los mismos amigos que tenía hace diez años.

-Aprovechando la visita a su amigo Gabriel lo han liado para dar un concierto en A Estrada y en una sala reducida. ¿Será algo más íntimo?

-Sí. Debo decir sin embargo que el año pasado estuvimos de gira con el nuevo disco y apostamos por ir a plazas muy grandes en las que compartíamos escenario con más bandas. Era una propuesta híbrida. Este año quise enfocarme más a mi público. Me apetecía hacer algo más pequeño y más real. Esta nueva gira la estoy haciendo en sitios más pequeños. Quitando Madrid, en donde hicimos una puesta de largo un poco más grande, estoy tocando en sitios pequeños y esta coctelería no desmerece nada con el Sonar o con otras salas del circuito de la canción de autor, que es un circuito al que creo que pertenezco pero que he trabajado poco, quizás no lo suficiente.

-¿Dejará subir a Gabriel al escenario?

-Si quiere y no está preparando cocteles ya sabe que puede hacerlo. Será a lo que salga, como siempre hemos hecho.

-Ahora tiene una propuesta más cercana pero usted recorrió el mundo tocando con Macaco y teloneando a grupos como los Rolling o Red Hot Chili Peppers. ¿Cómo fue esa experiencia?

-Me dio la oportunidad de aprender muchas cosas y de meterme en sitios en lo que es difícil estar. Ver como trabaja Macaco, con el que estuve siete años, o como se lo monta Steve Wonder o Jamiroquai desde dentro, incluso he estado tomando un café con Ben Harper... Son cosas a las que no tendrías acceso de otra manera. La magia sin embargo sigue siendo el hacer canciones y me siento más cómodo en esa tierra de nadie en la que puedo hacer lo que me da la gana. No tengo la necesidad de volver a meterme en un proyecto tan grande.

-Habla de un mundo competitivo. ¿Llega un punto en que uno puede relajarse y dejar de luchar?

-Luchar hay que luchar siempre. Es un mundo muy difícil pero no creo que sea tan competitivo. Hace tiempo que noto que hubo un cambio de chip entre los artistas. Ahora es un mundo más solidario y tendemos a ayudarnos entre nosotros. No es porque seamos mejores personas, sino porque nos viene bien ayudarnos.

Compartir el artículo

stats