Rafael Rodríguez Martínez, arqueólogo de la Deputación de Pontevedra, y Olaia López Costas, antropóloga de la Universidade de Santiago encandilaron ayer al numeroso público que se dio cita en la primera edición del Club Faro en Lalín, que tuvo lugar en el vestíbulo de la casa consistorial. El acto fue presentado por la presidenta de la Deputación, Carmela Silva, que alabó la iniciativa de FARO DE VIGO señalando que "hay que llevar el debate, la información y los coloquios a todas las esquinas de la provincia de Pontevedra", y del alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, que recordó "el trabajo significativo" llevado a cabo en el Pazo de Liñares y en Castro Deza para estudiar a los galaicos de épocas pretéritas.
Rafael Rodríguez, Olaia López, Carmela Silva y Rafael Cuiña, en el estreno del Club FARO en Lalín. // Bernabé / Javier Lalín
Rafael Rodríguez basó su amena intervención sobre la excavación llevada a cabo por su equipo en A Lanzada en la importancia que tiene a la hora de desmontar viejos axiomas arqueológicos. Rodríguez inició su disertación dejando claro que no iba a "ser políticamente correcto con mis compañeros arqueólogos porque tampoco es mi forma de ser, y voy a rajar porque hay cosas que están cambiando, sobre todo en los últimos diez años, y porque lo que más me gusta de la arqueología es romper con todo lo que estudié para poder avanzar en el conocimiento de lo que ya sabíamos". Rodríguez comparó su trabajo con el de los basureros porque "nosotros excavamos la basura de nuestros ancestros". El arqueólogo de la Deputación recordó que la cultura castreña hasta no hace mucho "estaba vista como una sociedad igualitaria y casi como la Aldea de Arce, donde no había jerarquías ni jefaturas; el noroeste de la Península Ibérica éramos lo más parecido a una sociedad africana, un poco tirados por el monte, y no es así ni mucho menos". Rafael Rodríguez negó categóricamente que la cultura castreña fuera la menos evolucionada de la Edad de Hierro y que Roma fuera la encargada de "traernos todo". Incluso llegó a afirmar que "aunque parezca una animalada lo que voy a decir, gracias a obras lineales como pueden ser el AVE, las autovías o las autopistas se pudo generar un conocimiento arqueológico y dio muchísima información que a nosotros nos vale para romper con esa idea de que éramos atrasados hasta que llega Roma, y que es Roma la que lo impone todo, nada más lejos de la realidad como nos está demostrando el campo de A Lanzada".
El responsable del departamento de arqueología de la Deputación de Pontevedra también hizo alusión a la canción de Os Resentidos Galicia Caníbal para demostrar que "Galicia no fue un sitio tan distinto a lo que pudo ser la celtiberia y demás, y toda esa gente que estuvo en contacto con el mundo mediterráneo, con griegos y con cartagineses, por poner un ejemplo". Rafael Rodríguez fue desmenuzando poco a poco las distintas fases de la actuación arqueológica de A Lanzada dejando claro que "en primer lugar, lo que sabíamos del yacimiento es que uno de los más significativos de la historiografía arqueológica gallega porque todo el mundo hablaba de A Lanzada". El arqueólogo hizo un repaso por las distintas actuaciones llevadas a cabo en el lugar haciendo hincapié que "los materiales de A Lanzada suponen el 70 por ciento de los fondos del Museo de Pontevedra, algo espectacular, pero también en A Lanzada se llevaron a cabo diferentes actuaciones desde el año 51 hasta el 83, y por eso hay hoy en día tal cantidad de materiales arqueológicos en el museo pontevedrés".
Rafael Rodríguez afirmó que "A Lanzada es el mayor libro de historia para todo el noroeste", y desmontó la teoría de que A Lanzada es un yacimiento castreño. El arqueólogo tampoco dudó en definirlo como un "yacimiento muy complejo, castreño atípico, con ocupación romana, con un asentamiento medieval y con mucho material procedente del Mediterráneo con materiales de los siglos IV y V antes de Cristo". Rodríguez recordó que en las excavaciones "empezamos con restos del siglo VIII antes de Cristo, con el Bronce final, y llegamos hasta hoy en día pasando por la Edad de Hierro, la época romana, la Edad Media, por la época moderna e incluso contemporánea, con la importancia de la Romería de A Lanzada y de todo el rito de las nueve olas que resurge en los siglos XIX y principios del XX, con el bum urbanístico de los años 70 porque tiene toda una colección de chalés unifamiliares que aparecen en ese espacio, y con la crisis económica de los últimos años que hace que un hotel que está en primera línea de playa no pueda abrir porque carece de financiación para poder llevarlo adelante".
Concluida la charla de Rafael Rodríguez y de su compañera Olaia López, el público presente en el vestíbulo del Concello de Lalín aprovechó para trasladarles algunas cuestiones en un coloquio que dio paso a una degustación elaborada por varios cocineros de la comarca con productos realizados a la usanza de los antiguos galaicos.
