Varios padres de alumnos del colegio Nosa Señora da Piedade, de Vila de Cruces, se hacen eco de las consecuencias que provocan en los niños las obras de mejora energética que se acometen en el centro desde hace unas semanas. Una de las obras consiste en la retirada del falso techo, que contiene fibra de vidrio y que se encuentra muy deteriorado, por otro de lana mineral. Cuando estos trabajos se realizan en un aula, los niños se trasladan a otras dependencias para continuar con sus clases. Pero el problema, según varios padres, se deriva de las obras que se ejecutan en la entrada del centro. Señalan que "los obreros van con mascarilla, porque se trata de un residuo peligroso", y que los residuos que generan los trabajos están causando irritación ocular y estornudos a varios de los alumnos.
Los padres que alertan de esta situación no se la han comunicado a la ANPA -según indican fuentes de este colectivo-, pero han intentado ponerse en contacto con el propio conselleiro de Educación, Román Rodríguez, para intentar posponer las obras a finales de curso. "Pero nos indican que estos trabajos cuentan con una subvención y que no pueden posponerse", señalan. En este sentido, hay que recordar que hace ya varios meses que trascendió que estas mejoras se acometerían a principios de otoño.
Desde la Consellería de Educación, se señala que un técnico a pie de obra garantiza la correcta retirada del material y que no se aprecian restos de fibras ni de manta de fibra de vidrio ni en el centro ni en el recinto exterior. Además, un jefe de la Unidade Técnica se desplazó ayer al colegio, para supervisar la buena marcha de los trabajos. La consellería indica que desde la dirección del centro no existe ninguna queja respecto a las obras "e incluso comentan que la intervención provoca menos incidencias de las esperadas", reseña.
