Lalín aspira ser un pueblo modelo en cuanto accesibilidad se refiere, pero para ello tiene mucho trabajo por delante. A pesar de que parezca que el callejero lalinense tiene todos los beneficios para que cualquiera pueda desplazarse sin problema alguno, las deficiencias comienzan a aflorar para aquellos que tienen una movilidad reducida. Las sillas de ruedas necesitan abordar la carretera para poder acceder a ciertos tramos de acera, algunas calles presentan el sitio justo para un carrito de bebé, diversos espacios públicos no tienen un ascensor habilitado para poder evitar las insufribles escaleras, y así, un largo etcétera de situaciones que hacen darnos cuenta de que no es tan fácil andar por los espacios públicos lalinenses.
VER GALERÍA | Barreras arquitectónicas en Lalín. // Bernabé/Javier Lalín Barreras arquitectónicas en Lalín. // Bernabé/Javier Lalín
De hecho, hasta la lluvia, que vuelve a ser una realidad, nos puede suponer una traba a la hora des plazarse por las aceras. Por las calles se pueden ver ya entrecruzarse la gente con sus paraguas abiertos, y en esto mucho importa la anchura de las aceras, si no se quiere abordar la carretera, corriendo el peligro de sufrir un atropello. Todas estas situaciones ocurren en la cabecera comarcal diariamente. Por eso, cabe destacar que se han encontrado diferentes deficiencias por colectivos como la delegación comarcal de la Confederación Gallega de Personas con Discapacidad (Cogami) que denuncian que hay todavía muchos puntos en Lalín que pueden ser mejorados para dar un mejor servicio a sus habitantes. Demandan, entre otras cosas que cumplan la legalidad con rampas de una inclinación de un 2%. Y no solo en la vía pública, sino también en edificios, sean de propiedad municipal o autonómico, tales como el Registro de la Propiedad, Oficina Agraria Comarcal o incluso en el mismo Lalín Arena, donde las escaleras de las piscinas no son los adecuados.
De todas formas, el Concello de Lalín es consciente de que queda mucho por hacer para eliminar todas las barreras arquitectónicas existentes pero para ello ha desarrollado un programa en colaboración con Working Wheels para optimizar esos puntos que ponen trabas en el desplazamiento. Asimismo, con un presupuesto de 150.000 euros el gobierno intenta que la localidad se convierta en un referente a nivel gallego en materia de movilidad y accesibilidad, pero todavía queda mucho por mejorar.
En el últimos mes ha estado realizando obras de humanización y accesibilidad en diferentes calles, que formaban parte de una fase de dicho programa. En este tiempo ha optimizado un total de 15 puntos diferentes donde primaron la implantación de rampas y la rebaja de las aceras, que son las principales deficiencias que encuentra la institución.
