Foro da Vila comienza un conjunto de cinco conferencias entre los meses de noviembre y diciembre. La primera de ellas, hoy a las 20.30 horas en el Círculo de Recreo de Lalín, la médica e investigadora Mar Martín abordará las desigualdades de género en el campo de la salud.
-¿Qué nos concierne cuando hablamos de este tema?
-Tradicionalmente se ha considerado que la mujer tiene mejor salud que el hombre, porque tiene una esperanza de vida mayor que él, pero analizando otra series de variables, como la discapacidad o el dolor, nos damos cuenta de que la mujer tiene una peor salud que los hombres. Cuando hablamos de desigualdad, hablamos de unos factores muy importantes, una es la desigualdad en la propia praxis médica y la otra, la investigación centrada en el hombre, tanto lo que son las enfermedades como los tratamientos. La mujer ha estado excluida de la investigación médica, entonces muchos problemas de salud de los hombres se han atribuido directamente al sexo femenino, como son los infartos de miocardio, se considera que la sitematología que el hombre presenta es la misma que la mujer, cuando no es así. Solo se ha centrado en la salud de las mujeres a lo que es la salud sexual y reproductiva y con una indiferencia con lo que son los problemas fisiológicos del género.
-Entonces, ¿es la mujer el sexo débil biológicamente?
-Tanto que la mujer es el sexo débil como que tiene la salud de hierro, son tópicos. Entre las mujeres y los hombres hay cosas que son diferentes y hay que valorarlas y estudiarlas de forma diferente, teniendo presentes estas diferencias tanto biológicas como sociales. En otras cosas son iguales o parecidos sin embargo se consideran diferentes. Lo que hay es que hacer investigación ligado al sexo y al género.
-¿Es suficiente la investigación en aquellas enfermedades que atañen exclusivamente a las mujeres?
-Toda la investigación se ha centrado precisamente en eso, en enfermedades ligadas al cáncer de mama, sin embargo otras enfermedades que son más frecuentes en las mujeres que en el hombre, como por ejemplo las enfermedades autoinmunes como lupus o tiroides, está escasamente estudiado.
-¿Estas diferencias no afectan a la esperanza de vida?
-No, porque si miras las estadísticas, si miras la discapacidad en diferentes edades, es cierto que en los hombres, a partir de los 20 años, tienen una gran diferencia con las mujeres, en la proliferación de patologías, por ejemplo. Hay una serie de factores que no están muy bien aclarados como el por qué de esas diferencias, vinculadas a la doble carga tanto física como psicológicas, sin investigarse otra serie de factores que creemos que tienen perfil necesario para abordar problemas que le afectan a ella.
-¿Siempre ha sido perjudicado el sexo femenino?
-No me gustaría hablar de perjudicado o beneficiado. Me gusta más hablar de cuales son las diferencias y las desigualdades que ha sufrido la mujer que son salvables y que necesitan una mayor investigación. No me gustan las guerras de sexo. El problema es que hay vacíos en la salud de la mujer que está condicionando esos problemas que se abordan de forma sistemática a través de ansiolíticos o analgésicos en vez de una manera más científica.
-Con respecto a años atrás, ¿ha habido una mejoría palpable?
-Bueno mejoría sí, hay avances, de hecho en las últimas décadas la esperanza de vida ha aumentado casi 13 años. El abordaje de determinados problemas, sobretodo los cánceres, los tratamientos son más eficaces. Pero queda mucho por saber y mucho por investigar, pero esa investigación está en manos de la industria farmacéutica que le interesa más la investigación del medicamento antes que otros factores determinantes.
-¿Están integradas laboralmente y como pacientes?
-Creo que se está feminizando la profesión sanitaria. Las mujeres creo que somos mayoría ahora mismo tanto en el campo de la enfermería como de la medicina, aunque la enseñanza de la medicina está muy sesgada por el género, es muy difícil encontrar manuales de medicinas en los cuales hablen de las diferencias que hay entre hombre y mujer. En cuanto a los usuarios de los centros de salud, la mayoría son mujeres, supera el 60%.
