Pablo Neva, trompa de la Artística de Merza desde los 8 años (tiene 16) es el primero de la lista de los premios extraordinarios en enseñanzas artísticas de música, danza y artes plásticas que concede la Xunta. Obtuvo una puntuación de 91,25, que valora el nivel técnico y la calidad artística de un vídeo suyo tocando así como otros méritos como actuaciones y asistencia en certámenes.
-¿Qué supone este premio, al margen de su dotación económica?
-Sin lugar a dudas, el reconocimiento al trabajo diario, desde que empiezas con la música. Yo entré en el conservatorio Manuel Quiroga, de Pontevedra, con siete años, y con ocho empecé en la Artística de Merza. Los cuatro cursos del grado elemental de música los hice en dos años, y tras los seis de grado profesional, como hice dos cursos de elemental unidos, ahora tengo que esperar dos años para el grado superior, puesto que preciso tener el Bachillerato.
-Siendo de Marín, ¿qué lo vincula a Merza?
-Mi madre es de esa parroquia, y un primo mío que daba clase en el conservatorio me aconsejó que entrase en la Banda Xuvenil de la Artística. Voy a Merza todos los fines de semana y así puedo ensayar. Además, la Artística ha sido muy importante a la hora de obtener el premio extraordinario, porque con ella estuve en los certámenes de Valencia y Altea. Además, sus músicos siempre te aconsejan qué caminos debes seguir.
-Tuvo que escoger instrumento a los siete años. ¿Por qué se decantó por la trompa?
-Nunca sabes por qué escoges uno u otro instrumento, creo que te llama la atención la forma que tiene. A mí me ayudó a decidirme que mi padre, que toca la tuba en la banda de la Escuela Naval de Marín, me llevase con él a los ensayos. Como digo, me sorprendió su forma. En cuanto a mi padre, fue mi primer profesor, porque empecé a tocar un año antes de entrar en el conservatorio y desde siempre teníamos una rutina de estudio diario.
-Como indica, tiene que esperar dos años para matricularse en el grado superior. ¿Qué planes tiene para este periodo de tiempo?
-Tengo muy claro desde niño que quiero dedicarme profesionalmente a la música, ya sea como profesor, como integrante de una orquesta. Eso sí, quiero ser el mejor. Entre mis planes figura continuar con la Artística de Merza, y seguir con la Orquesta Joven de Extremadura, además de presentarme a las pruebas para pasar a ser activo en la orquesta Sinfónica de Galicia, donde estoy de reserva. Entre mis proyectos también está realizar unas pruebas en Madrid para hacer un curso en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, específico para alumnos que no tienen edad para hacer el grado superior. En esta escuela imparte clases la élite de España, y para mí sería una ilusión enorme. En este centro ya estuvo otro integrante de la Artística de Merza, Pablo Fernández, durante tres años.
