La jornada de ayer se presentó complicada para las carreteras dezanas, a pesar de que no se registraron precipitaciones que pudiesen entorpecer el tráfico. Los incidentes se debieron, más que nada, a que se produjeron en zonas que entre los conductores ya son conocidas como puntos conflictivos, debido a los percances que registran desde hace años.

El primero de los incidentes tuvo lugar a las 8.30 horas de la mañana en Lalín, en la conocida como rotonda de Wily, en la que se cruzan la Avenida de Xosé Cuiña con la calle Ramón Aller. Por causas que se desconocen, un camión que viajaba de Ourense en dirección a Santiago se salió de la vía y, tras chocar contra una farola y una señal de tráfico, quedó suspendido contra la barandilla de protección de la acera. El conductor es de Ourense, tiene 32 años y sus iniciales son P.S.Q., mientras que las placas del vehículo, un camión marca Renault, son OU-6227-U. A la zona del incidente se desplazaron agentes de la Policía Local, así como de la Guardia Civil de Tráfico y del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES).

A pesar de que el accidente revestía cierta aparatosidad para la retirada del camión, no fue preciso cortar el tráfico. Un vehículo de Grúas Lalín Deza se encargó de dicha retirada. El conductor se quejaba de dolores en la cabeza, pero en cualquier caso su estado no revestía gravedad. Eso sí, el incidente despertó la curiosidad de numerosos vecinos, más que nada porque en este enclave ya se han producido diversos percances al volante. Los conductores se quejan de que, en dirección a Santiago, es frecuente perder el control del vehículo. Sin ir más lejos, el pasado mes de septiembre en este mismo lugar se produjo una colisión entre dos turismos, que se saldó sin heridos de gravedad.

Y de la rotonda de Wily como punto conflictivo del casco urbano de Lalín a la carretera que une el casco urbano de Vila de Cruces con el término municipal de Agolada. Sobre las 10.15 horas de la mañana, el 112 recibe la alerta de un particular en la que avisa de una salida de vía a la altura de Toiriz, a dos kilómetros del tanatorio. A la zona se desplazan, de nuevo, el retén del GES con sede en Lalín así como los efectivos de guardia del Parque Intercomarcal de Bombeiros, con sede en Silleda, y voluntarios de Protección Civil de Vila de Cruces. Al parecer, las dos ocupantes del vehículo, un Citroën Xsara, con placas B-7330-VH, estaban atrapadas en su interior. La conductora había perdido el control del vehículo en una curva, de modo que éste quedó volcado sobre el lado del copiloto en el margen de la carretera. Las ocupantes eran vecinas mayores de la localidad agoladense de Brocos y no presentaban lesiones. Los bomberos no tuvieron que usar material de excarcelación pero tuvieron que ayudarlas a abandonar el coche por su parte trasera.

Niebla

En este caso, la niebla que durante prácticamente toda la mañana cubrió el cielo cruceño pudo ser la causante del incidente. No obstante, el edil de Obras de Vila de Cruces, Andrés Lareu, señala que en este tramo de dicha carretera provincial ya se produjeron con relativa frecuencia otros incidentes. Es más, "justo en esa zona estaban marcadas sobre la cuneta frenadas de un coche que, por lo visto, se salió de la vía por la noche", explica.

Y, por último, el incidente de Silleda, que al igual que el de Lalín también se produjo en el casco urbano, en concreto en la entrada a la villa en dirección a Santiago, a escasos metros de la rotonda con la escultura dedicada a la mujer labriega. El incidente tuvo lugar minutos antes de las 12.00 horas. Una furgoneta impactó contra un turismo, por el lado del piloto, cuando ambos vehículos circulaban por la N-525. Debido a la colisión, la conductora del coche quedó atrapada en su interior, por lo que también fue precisa la intervención de los bomberos para ayudarla a salir. La mujer presentaba una pequeña herida en la cabeza. El 112 desplegó, además, a efectivos de la Policía Local de Silleda y una ambulancia asistencial que desplazó a la conductora, cuyas iniciales son I.I.B., al centro médico de La Rosaleda. La mujer tiene 46 años. El conductor de la furgoneta no sufrió ningún daño personal.